La Gran Sala de Eventos de la Torre Haneul resplandecía con una opulencia deslumbrante. El aire vibraba con el murmullo de voces de la élite de Seúl, el tintineo de copas de champán y el suave compás de una orquesta de cámara. Arañas de cristal centelleaban sobre cabezas adornadas con joyas, y los invitados, vestidos de gala, se movían entre mesas cubiertas de flores exóticas y porcelana fina. Era la Gala de Aniversario del Grupo Haneul, el evento más esperado del año, y el escenario elegido para el anuncio oficial del compromiso de Lee Jae-hyun con Choi Seo-yeon. Kang Ji-woo se movía entre la multitud con una eficiencia casi invisible, su uniforme de asistente una nota sombría en el mar de colores vibrantes. Sus tareas eran incontables: coordinar la llegada de los VIP, asegurarse de que los discursos estuvieran en orden, supervisar el flujo del catering. Pero a pesar de su concentración profesional, cada fibra de su ser estaba tensa, su atención dividida entre sus deberes y el epicen