Cierra los ojos y yo la sigo. No siento nada por un tiempo y casi quería preguntarle a Dakota si debería pasar algo ahora, pero luego lo siento, esa sensación de tirón. No se siente doloroso, solo se siente como si estuviera flotando en alguna parte. Cuando abro los ojos, estoy en un pasillo oscuro y maloliente.

—No.

—Dakota, ¿dónde está esto?, —Grito pero no obtengo respuesta. Miro a mi alrededor y reconozco este lugar como una especie de mazmorra. La única fuente de luz era la luz de la luna a través de pequeñas grietas en la pared.

Aquí debe ser donde Mason está detenido. Camino un poco y muy pronto empiezo a ver a los presos uno por uno y muy pronto me detengo en la celda de Mason. Camino hacia adelante y pongo mis brazos hacia adelante que pasan a través de los barrotes de la celda y mi cuerpo me sigue. Mason está en una esquina, sentado, con las cadenas de plata sosteniendo sus brazos.

—Mason, —susurro y él no responde.

—Mason, — di