Me vuelvo para mirar a Javier, que parece engreído —¿ya te bañaste?
Él asiente con una sonrisa de suficiencia en su rostro y sus brazos cruzados —Soy un niño grande.
Me giro para mirar a Casper —¿realmente lo hizo? ¿Está bien?
—No te preocupes, lo revisé y lo ayudé. Hizo un muy buen trabajo —jadea mientras carga a javier y luego comienza a hacerle cosquillas —¿no es así, amigo?
Javier comienza a reírse y luego se convierte en una carcajada en toda regla. Intenta hablar pero no puede y Casper solo se detiene cuando las lágrimas pican en sus ojos. Casper lo arroja a la cama, lo que hace que estalle en un ataque de risa mientras intenta tomar grandes bocanadas de aire.