Mis esperanzas crecieron solo para venirse abajo y entro en pánico —no te atrevas a ponerle una mano ni a mi hijo ni a mi hermano —trato de levantarme con un brazo pero resulta difícil.
—Solo relájate y espera a que regrese. Este es un estado de sueño del que es imposible salir —se ríe y me encuentro con su espalda retrocediendo. La luz comienza a oscurecerse con cada paso que alejaba a mi padre antes de que finalmente me rodeara la oscuridad.
Tengo que hacer algo. No puedo dejar que lastime a Javier o a Noel. Piensa odetta piensa, tengo que pensar rápido porque si llego demasiado tarde, estarán muertos.
Recuerdo la pequeña daga atada con veneno y rezo para que tenga una forma física aquí en el estado de sueño. Me meto en la bota y me inunda el alivio cuando agarro el m