Miro la sala de estar para ver a Mary, Sebastian y el abuelo discutiendo, así que voy a la cocina donde estoy seguro de que veré a la abuela.
— ¿Oye abuela?, la veo lavando los platos, tarareando una vieja canción.
Rápidamente deja de lavar los platos y me mira.
— ¿Podemos hablar?
—Claro, —dice y se limpia las manos en el delantal y se sienta a mi lado en un taburete.
Juego con mis dedos, —tan, empiezo, —esto es para un amigo
—Continuar
—Mi amiga fue rechazada, digamos hace 10 años y ha sido miserable desde entonces, el compañero que la rechazó ya se fue con, digamos cinco niños. Ahora siente algo por otro hombre que perdió a su pareja, pero está demasiado asustada para sumergirse en la relación porque no quiere salir lastimada. ¿Qué debería hacer ella?
—Digo que ella debería sumergirse en la relación porque tal vez esta esté destinada a ser. Ella no debería pasar su vida viviendo con miedo al rechazo solo por culpa de un punk de mala vida
— ¿Tú crees?
—Lo sé y esta amiga tuya merece