Valentina
La noticia me golpeó como un puño en el estómago. Dante había estado callado, guardando secretos nuevamente. No pude evitar que la rabia se acumulase dentro de mí. Había estado luchando tanto para tener algo de paz en mi vida, para dejar atrás todo lo que había sido y empezar de nuevo. Y ahora, con esta amenaza a punto de destrozarlo todo, me encontraba de nuevo en el centro de la tormenta.
La última vez que había sentido esta furia, fue cuando la mafia me arrastró a su mundo. Ahora, el único que me hacía sentir esa misma sensación era él.
Dante, el hombre que decía querer protegerme, había tomado decisiones a