Phoenix estaba completamente fuera de lugar en ese opulento ambiente del harén del Rey Ulrich. Nunca antes había visto tanta riqueza y lujo reunidos en un solo lugar, y la presencia de las otras mujeres allí solo intensificaba la sensación de inadecuación que la consumía. Mientras observaba el entorno, una de las mujeres se acercó, exudando confianza y autoridad.
Era una mujer de cabello castaño, con una aura que denotaba tanto belleza como determinación. Phoenix la miró, intentando disimular su ansiedad frente a la desconocida.
La mujer de cabello castaño se dirigió a Turin, su voz cargada de curiosidad y autoridad.
"¿Qué desea el beta?" preguntó, con una expresión intrigada.
Turin encontró la mirada de la mujer y respondió con firmeza.
"El Rey Ulrich me envió para dejar otra elegida en el harén", explic&oacut