29

Noelia

El aire entre nosotros había cambiado. Ya no era solo la presencia de Aidan lo que alteraba mis sentidos, sino algo más primitivo, más intenso. Cada vez que entraba en una habitación donde él estaba, mi piel se erizaba como si reconociera su presencia antes que mis ojos.

Esta mañana, mientras preparaba mi café en la cocina, sentí ese hormigueo familiar en la nuca. No necesité voltear para saber que estaba ahí, apoyado en el marco de la puerta, observándome.

—Buenos días —su voz sonó ronca, como si acabara de despertar, aunque sabía que llevaba horas despierto.

Me giré lentamente, sosteniendo mi taza como un escudo improvisado. Aidan vestía solo unos pantalones de chándal que colgaban peligrosamente bajos en sus caderas. Su torso desnudo era un mapa de músculos definidos y cicatrices antiguas que contaban historias que aún no me había atrevido a preguntar.

—Buenos días —respondí, intentando que mi voz sonara normal, aunque el pulso me martilleaba en los oídos—. ¿Café?

—Por favor
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App