CAPÍTULO 39 — Todo dio un vuelco rudo.
Sofía.
Había querido asistir a la citación de Gael junto a él, pero entendía que la tensión no era buena para mí en estos momentos, sin embargo, había dado vueltas a toda la mansión, y los nervios reposaban en mi estómago durante la espera.
—Trata de tranquilizarte, cariño… Gael sabe llevar todo esto, y estoy convencida de que detrás de esa calma que muestra, hay un trabajo hecho…
Levanté mi mirada a la abuela que bajaba las escaleras lentamente, y me senté en el sofá.
—Hay muchas personas en su contra…
—Confía… él es astuto… tanto que hace pensar que lo tienen prensado, y luego saca todo de sí… solo que la muerte de su madre lo afectó mucho, y quiere hacer las cosas perfectas, Sofí…
Asentí de forma inmediata y volví a ver el reloj. Desde que él se había ido, ya había pasado seis horas, y mi teléfono seguía sin ninguna notificación.
—¿Qué decidieron de irnos primero? —Helena se sentó en mi frente mientras apreté mis labios.
La conversación de anoche había sido demasiado larga,