Gael.
La explosión resonó en mis oídos mientras me encontraba en lo que quedaba de la casa, rodeado de fuego y escombros. Había hecho todo lo que estaba a mi alcance para garantizar la seguridad de mi familia. Pero ahora, en medio del caos, me encontraba solo, tratando de abrirme paso hacia la salida.
El humo y el polvo llenaban el aire, dificultando la respiración. Las llamas danzaban amenazadoras a mi alrededor, y los disparos aún se escuchaban en la distancia. Tenía un arma larga cuando me tiré al piso, y luego un hombre a mi lado, se quitó el pasamontañas.
—Aquí estoy… —Cristian me miró, tenía rasguños en la cara y apreté mi mandíbula.
—¿Cómo está allá afuera?
—Es una batalla… Slim trajo un armamento y un equipo profesional, al igual que tú… los refuerzos están llegando, los rodearan, pero, aun así, son mucho…
—Necesito llegar a él… —él frunció el ceño desaprobando la situación.
—¿Te has vuelto loco?
—Si… necesito asegurarme de que no podrá irse de aquí, cuando todos los explosivo