PRIMER DÍA DE TRABAJO.

-Marian, espero que lo que sucedió el día de la cena no interfiera con nuestro trabajo, usted es una mujer realmente hermosa y cualquier hombre se sentiría orgulloso de llevarla del brazo, en la empresa soy bastante estricto, espero de verdad que no interfiera con nuestros planes de trabajo.

-Señor Vitale, no se preocupe, no va a interferir, sé hacer mi trabajo bien, si usted ve que necesito mejorar, créame, estaría feliz de recibir su consejo, siempre es bueno aprender de el mejor, no es porque usted es mi jefe, pero siempre le decía a mi padre que me encantaría haber hecho mi pasantía en su empresa, pero bueno, no se me dio.

-Que lastima, debías de haberme buscado a mi directamente, créeme, te juro que yo habría sido el primero en autorizar la pasantía, pero bueno, estaba en el destino que trabajaras junto a mí.

Ven, acércate, te voy a mostrar un poco de lo que vamos a hacer.

La mujer se acercó a la gigantesca mesa de trabajo que estaba contiguo a la oficina de Omar, solamente estaba dividida por una puerta de vidrio, era la sala de juntas privada de la oficina del hombre.

Encendiendo una pantalla gigante, fue pasando un video de cómo se llevaría a cabo el trabajo de ambos, Marian al mirar el video, supo que ella estaría todo el tiempo cerca de Omar Vitale, que él tenía un gran proyecto con la empresa que era de su padre.

-¿Qué te ha parecido Marian?

-Excelente, no sé quien realizó el proyecto, pero de verdad me ha dejado impresionada, solamente si me lo permite señor Vitale, creo que la empresa tiene la infraestructura y personal para duplicar la cantidad de trabajo ,es mas señor, estoy segura que con una correcta administración, los proyectos de construcción que me ha mostrado, los podemos hacer en dos meses menos de lo que han presupuestado y tendríamos más tiempo para adjudicarnos algunos otros proyectos importantes, dijo Marian con total confianza.

-Ahora estoy mas que convencido que tenerte acá me hará bien y a la empresa también, dijo Omar sonriendo.

Ven, vamos, te llevaré a dar un recorrido por la empresa.

Al salir de la oficina, la secretaria de Omar Naty estaba ocupada en algunos papeles.

-Naty, le quiero presentar a la señora Marian, ella trabajará con nosotros a partir de hoy, estaremos trabajando en el proyecto del norte, en el hospital y la universidad.

-Señorita Marian, ya nos habíamos saludado, pero es un gusto, bienvenida a la empresa, espero y se sienta tan a gusto como yo, dijo Naty con una sonrisa amable en sus labios.

-Muchas gracias señorita, eso espero, es usted muy amable, dijo Marian educadamente.

-Naty será también tu secretaria mientras que eliges la que más te guste.

-Gracias señor Vitale, pero aun no hemos firmado ningún contrato, así que aun no soy parte de su personal, dijo Marian sonriendo pícaramente.

El hombre sonrió dulcemente.

-Precisamente vamos a que revise su contrato, ya veremos si usted acepta mis condiciones, dijo él retándola.

-Estoy segura que así será dijo ella mientras entraba al elevador en donde el caballeroso Omar Vitale le había dado el espacio para que entrara de primero.

-¿A qué área de la empresa vamos señor?

-A firmar su contrato por supuesto, sus deseos son ordenes Marian, dijo el hombre sonando seductor.

Ella no pudo contestar nada, solamente lo miró y sonrió.

Al llegar al piso numero veinte, Marian pudo leer la palabra recursos humanos, era una gigantesca oficina en donde había unas quince personas trabajando.

-Buenos días señores, dijo Omar haciendo que todo el mundo se quedara paralizado, esta es la señorita Marian Kent, trabajará en la empresa, estará a mi lado, lo que ella pida, o diga, será igual que si lo dijera yo, así que la señorita Kent, también será su jefe, dijo el hombre dejando a todo el mundo sin palabras, entre ellos a Marian, la tomó por sorpresa semejante anuncio.

Ella se sonrojó un poco al ver como todos la miraban con una encantadora sonrisa.

Al llegar a la oficina principal, un hombre mayor la recibió con un apretón de manos.

Señorita Kent, que gusto tenerla entre nosotros, soy Alberth, tuve una amistad con Walter su padre, de verdad, me agrada verla trabajando para Vitale Company.

-Señor Alberth, muchas gracias que excelente bienvenida, un amigo de mi padre, no me lo esperaba.

-Vaya Alberth, me has ganado con esa bienvenida a esta hermosa mujer.

La sonrisa de Alberth al ver a Omar donde bromas solamente denotaba que la mujer le gustaba y mucho.

-Venga por acá señorita, le daré el contrato para que lo lea y firme si es de su agrado.

Marian se sentó frente al escritorio de Alberth a leer el contrato, mientras que Omar contestaba una llamada saliendo de la oficina, en las oficinas se escuchaban algunas murmuraciones.

-Esa hermosa mujer debe de ser la novia del jefe, hacen bonita pareja.

-Que mujer tan bella, seguramente se casará con el jefe, de verdad que él es un buen hombre, se lo merece.

-Para ser la novia del jefe, es muy amable, la sonrisa que tiene puede derretir a cualquiera, dijo Marta la mujer mayor que trabajaba en el área de recursos humanos.

Estos comentarios en vez de poner a Omar de mal humor por los chismes de oficina que él odiaba, lo hacían sonreír.

-Disculpe señor Alberth, pero mi salario está bien con ese monto?

El hombre miró a la mujer algo extrañado.

-¿Es muy bajo el monto de su salario?

-No, para nada, solamente que es el salario de un gerente y yo solamente seré la asistente del señor Vitale.

-Qué pena señorita, pero creo que usted no ha entendido cual es su puesto.

-Sinceramente le entendí al señor Vitale que sería su asistente.

-Discúlpeme un momento señorita, iré por el señor Vitale, creo que él es el más apropiado para hablarle de su puesto y salario, dijo saliendo de la oficina en busca de su jefe.

Al Omar ver a su empleado, de inmediato colgó la llamada, sabía que tenía que ver con Marian y era lo que le importaba en aquel momento.

-Señor, disculpe, pero creo que la señorita Kent no sabe cuál es su puesto en la empresa, me ha preguntado por el salario y me ha dicho que el puesto de ella es de asistente y que el salario es de gerente, por eso lo busco, para que sea usted quien hable con ella al respecto.

-No hay problema, creo que ni ella conoce el gran potencial que tiene, ve a tomar un café Alberth, nos vemos en media hora.

Dicho esto, Alberth salió hacia la cafetería.

-Señorita Kent, me ha dicho Alberth que tiene problema con el salario, si necesita que le pague un poco más, solamente debe dar la cifra.

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