Marian salió de casa, a Landon le daba exactamente igual que su esposa saliera molesta, él en algún momento imaginó estar enamorado de Marian, sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de que la mujer con la que fingía tener un matrimonio perfecto, no era más que un trofeo que le había ganado a muchos de los hombres quienes estaban interesados en ella, él la había visto como una inversión para su negocio, aparte era la mujer más bella que había visto en su vida, por eso se la compró a Ana, por una buena cantidad de dinero.

Ariana la hermanastra de Marian, era una mujer bastante manipuladora e interesada, era hermosa también y Landon sabía que estaba enamorada de él, por eso no se le hacía interesante obtenerla para sí, pero Marian era la mujer que cuando su padre murió y Landon comenzó a visitar la casa de Walter Raúl Kent, lo ignoraba por completo, así que decidió que esa mujer sería su esposa, pero Marian no cedía, así que se fue por el lado fácil y la compró a un buen precio.

Marian por otro lado, iba perdida en sus pensamientos, volvería a ver a Omar después de la noche tan maravillosa que tuvieron, ella realmente está enamorada de su jefe y al parecer él de ella.

Marian no había vuelto a saber nada de su madrastra y de Ariana, eran personas que a ella no le sumaban ni le restaban, simplemente las había dejado de ver cuando se casó con Landon, nunca la quisieron, siempre le hacían la vida imposible a espaldas de su padre y frente a él la trataban de la mejor manera, las dos deseaban la fortuna Kent, Marian aun no entendía como su padre la había dejado en la calle y les había dejado todo a Ana y Ariana, pero era decisión de su padre, así que ella no lo había juzgado.

Cuando se dio cuenta, estaba ya en el estacionamiento de la empresa, había llegado un poco ajustada con el tiempo de la reunión, de inmediato después de saludar, subió a la sala de juntas en donde prepararía todo para exponer la construcción del proyecto en Colombia.

-Marian, Marian, llamó Naty.                       

Dice el señor Vitale que llegará un poco tarde, tuvo un pequeño percance así que inicia tu con la reunión.

-Claro, no hay problema, pero ¿Omar está bien?

-Sí, ya te contaré que sucedió, él está bien, no te preocupes.

Al estar todo listo en la sala de juntas, una vos bastante familiar se escuchó por el pasillo, sin embargo, Marian no podía creer lo que sus oídos escuchaban.

Aston, me encanta volver a verte y que me des la oportunidad de aprender a tu lado, desde que estábamos en el colegio no nos veíamos, realmente ha sido una maravilla encontrarnos en ese centro comercial anoche, estoy feliz de verte.

Era nada más y nada menos que la vos chillona de Ariana Roberth que resonaba por todo aquel pasillo.

-Ya ves Ari, siempre las cosas pasan por algo, es bueno tenerte a mi lado, espero que ahora si tengas deseos de superarte, nunca necesitaste hacerlo, según tus propias palabras, primero tu padre y después Kent se hizo cargo de cumplirte todos los caprichos, ¿me imagino que aun estas al frente de la empresa que les dejó Raúl?

-Ay no, solo quiero aprender, la empresa nunca nos importó a mami ni a mí, eso era lago que Raúl sabía perfectamente, no sé ni por qué nos las dejó, fue una pérdida de tiempo y apenas pudimos la vendimos.

-No te lo creo Ariana, era una empresa bastante estable en el mercado, había mucho dinero en ella, pero bueno, no todos tienen la misma visión, dijo Aston entrando a la sala de juntas.

Marian estaba esperando a ver el rostro de su hermanastra cuando la viera al frente de un proyecto tan importante, porque ella y su madre siempre la habían hecho menos.

-Buenos días hermosa señorita Kent, que gusto volver a verla, dijo Aston sonriente, ya que Marian le había impactado con su belleza.

-Señor Cassis, usted siempre tan amable, igualmente que gusto volver a verlo, espero y esté teniendo un buen viaje.

-Ahora que te he visto, todo ha valido la pena, dijo el hombre siendo un poco pícaro.

-¿Marian, que haces aquí?

-Buenos días Ariana.

-¿Se conocen?

-Sí Aston, ella es mi hermanastra, de la que te he hablado, tráenos un café, dijo Ariana chasqueando los dedos.

-No sabía que eras la hermana de Ariana, que pequeño es el mundo, esta chica y yo fuimos compañeros en el colegio.

-Hermanastra Aston, hermanastra, dijo Ariana dentro de su prepotencia.

-¿Dónde está Omar?

-EL señor VItale tuvo un imprevisto, iniciaremos con la reunión cuando usted guste, dijo Marian ignorando por completo a Ariana.

-¿Me escuchaste cuando te pedí café, verdad?

-Claro, ya te pido el café Ariana.

-Señorita Roberth para ti.

-Bien, ¿señor Cassis, la señorita Roberth nos va a acompañar en la reunión me imagino?

-Si no te molesta.

-Para nada, ¿Qué desea tomar?

-Para mí un café estará bien.

-¿Naty nos puedes traer dos café y un agua mineral por favor al a la sala de jutas?

En menos de diez minutos, la eficiente Naty estaba con lo que Marian había pedido.

-Marian, cuando gustes podemos comenzar, dijo Cassis sin dejar de mirar a la hermosa mujer.

Marian expuso el proyecto, estaban coordinando los últimos detalles cuando Omar apareció en la sala, con un rostro que se podía notar que no había dormido nada.

Al entrar lo primero que el hombre notó fue el morado que Marian tenía al lado de su boca, sin saludar a las personas dentro de la sala, Omar caminó hacia Marian.

-¿Qué te pasó en el rostro?

-Estoy bien señor Vitale, hablamos después.

-No, todo puede esperar, ¿qué te pasó?

-Un accidente en casa, ya hablaremos.

Omar se volteó hacia Aston, le tendió la mano y a la mujer que estaba a su lado, sin siquiera prestarle atención, a Omar solamente le importaba saber que le había sucedido a Marian.