Inicio / Romance / LA MENTIRA: Mi Ex el CEO Regresa / Capítulo 6: Ya no queda ni una pizca de él.
Capítulo 6: Ya no queda ni una pizca de él.

El televisor sigue encendido. El rostro de Logan ocupa toda la pantalla. Serio, imponente, distante. No hay emociones en él.

Mis labios tiemblan, mis dedos aprietan algo que tengo en mis manos, pero que no recuerdo que, tampoco le tomo importancia.

Ese no es el chico que yo conocí, no parece ver ni una pizca de él. Ese hombre parece otro, no el que me abrazaba como si el mundo fuera a acabarse.

—Logan… —susurro, incapaz de contenerlo.

—¿Desea que cierre la puerta? —pregunta en voz baja la enfermera.

Olvidé que seguía aquí. Me lanza una mirada rápida, como dudando si quedarse o dejarme sola.

—Sí —contesto sin pensar. Apenas escucho mi propia voz.

Ella se va, y quedamos solo mi hijo y yo, con la pantalla iluminando la habitación.

El conductor del programa no deja de hablar.

—Con apenas casi llegar a los treinta años, Logan Langford asume el liderazgo del Imperial Langford Group, la cadena hotelera y gastronómica más poderosa del continente. Su padre, Richard Langford, anunció que es hora de dejar paso a la nueva generación…

El resto se me pierde. Las palabras son como ruido blanco.

Lo único que puedo procesar es esa imagen: De Logan, vestido con un traje oscuro, la corbata perfectamente anudada, la mirada dura como el acero.

Y entonces, el golpe llega. Un recuerdo se abre paso en mi mente sin pedir permiso.

[***]

Flashback.

Era verano. Estábamos en la universidad, justo afuera del aula después de una clase tediosa. El sol caía fuerte, pero él me cubría con su sombra porque insistía en caminar siempre de mi lado.

—¿Sabes algo, Ava? —me dijo, con esa sonrisa que podía derretir montañas de hielo—. Un día te voy a llevar a uno de los hoteles de mi padre. Solo para que cocines en su cocina y dejes a todos boquiabiertos.

Yo me reí, nerviosa.

—¿En serio? No creo que tu padre me deje ni acercarme.

Él frunció el ceño, teatral.

—Entonces abriré mi propio hotel, y tú serás la chef principal. No importa si tengo que arruinar la fortuna de mi familia en el intento.

Sus ojos azules brillaban con travesura y con fe en mí. Ese brillo… ese que ya no está.

Después me abrazó y me susurró al oído:

—Mientras yo exista, Ava, nadie podrá detener tus sueños.

Y yo le creí.

[***]

Regreso al presente con un golpe seco en el pecho. Ahora esos sueños terminaron, esas risas desaparecieron. Ahora lo que veo es un hombre con poder, al que ya no reconozco.

Me acerco al televisor, como si pudiera atravesarlo y tocarlo, arrancarle la máscara que ahora lleva.

—¿Qué te hicieron, Logan? —susurro con la voz quebrada—. ¿Qué te hice yo? ¿En que te convertí?

Siento un movimiento en la cama. Giro de inmediato. Es Liam, que se acomoda apenas, con un quejido suave. Su respiración sigue tranquila, aunque los monitores marcan variaciones que me ponen nerviosa.

Me siento rápido a su lado, le tomo la mano. La suya es tan pequeña que casi desaparece entre mis dedos.

—No te preocupes, mi amor… mamá está aquí —le susurro, acariciándole la frente.

Mi garganta arde. No sé cómo voy a sobrevivir a esto.

Un hijo enfermo. Un amor perdido. Una vida que se desmorona cada vez más.

El televisor sigue hablando. El presentador ahora menciona cifras millonarias, inversiones, viajes internacionales. Logan aparece en imágenes bajando de un auto de lujo, rodeado de cámaras y flashes.

El público lo llama “el heredero perfecto”.

Yo lo llamé “el amor de mi vida”.

Una lágrima se desliza por mi mejilla. Intento limpiarla, pero siguen cayendo.

—Mami… —una vocecita rompe el aire.

Mi corazón se detiene. Miro a Liam, que entreabre los ojos. Está débil, pero despierto.

—Aquí estoy, mi cielo —le digo, acercando mi rostro al suyo.

Él parpadea y mueve los labios.

—¿Por qué lloras? Yo estoy bien.

Me muerdo el labio con fuerza. No puedo decirle la verdad. Es muy pequeño para entender.

—Es que te amo tanto, Liam, que me emociono de verte. —Lo beso en la frente y sonrío forzada—. ¿Quieres que te siga contando el cuento?

Él asiente con un gesto apenas visible y cierra de nuevo los ojos.

Cuando estoy por retomar la lectura, escucho la puerta abrirse otra vez. Esta vez es un hombre con bata blanca. El mismo doctor de antes. Su mirada me busca y luego se posa en los monitores.

—Él estará bien, ¿verdad? —pregunto con ansiedad.

—Por ahora sí, puede estar tranquila. Está estable, pero necesitamos esperar los resultados definitivos —responde con tono firme.

Lo observo unos segundos. Él también me mira, como si quisiera decir algo más, pero se detiene.

—Descanse un poco. Estas noches van a ser largas —aconseja, antes de salir de nuevo.

El silencio vuelve. Solo el bip constante de las máquinas, el suspiro suave de mi hijo y el murmullo lejano de la televisión.

Me levanto una vez más y apago la pantalla. No puedo seguir torturándome con la imagen de Logan. Pero es inútil. Esa máscara fría ya quedó grabada en mi mente.

Me dejo caer en la silla junto a la cama, y me abrazo a mí misma. La culpa me devora, más fuerte que nunca.

Fui yo. Yo lo empujé a convertirse en ese hombre sin alma. Y ahora ni siquiera sé si podré salvar al único pedazo de amor verdadero que me queda: mis hijos.

La oscuridad de la habitación parece cerrarse sobre mí.

Afuera, las luces de la ciudad siguen brillando, indiferentes.

Aquí dentro, el tiempo se detiene, y mi corazón late con un único ruego desesperado:

—Dios… no me quites a Liam.

Anne Mon

Chicas, las actualizaciones son diarias, de dos o tres capítulos, quizás a veces suba hasta más. Espero leer pronto sus comentarios, que tal les está pareciendo mi nueva novela.

| 44
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP