Capítulo 114: El hijo que no debía sobrevivir
La casa temblaba con un silencio espeso, uno que no se oía… se sentía.
Como si cada pared contuviera respiraciones ajenas, recuerdos rotos, secretos que nunca debieron salir del sótano donde fueron enterrados.
Logan seguía avanzando por el pasillo principal. La penumbra apenas dejaba ver los muebles cubiertos por sábanas viejas. El aire tenía un olor extraño: mezcla de humedad, madera antigua… y algo más. Algo que le revolvió el estómago.
Detrás de él, la puerta principal seguía abierta, dejando entrar una línea delgada de luz. A lo lejos, en el auto, Ava apretaba el asiento, temblando en silencio.
Derek estaba listo para moverse si Logan daba la señal.
Pero Logan no retrocedía.
Había esperado esta conversación toda su vida. Solo que jamás imaginó que la tendría mientras sus hijos estaban desaparecidos.
—Cierra la puerta, Logan —ordenó Richard desde la oscuridad.
Logan no obedeció.
—Sal de ahí —respondió él, firme—. No seguiré jugando a ad