Capítulo 19. La trampa de Damiana
Damiana llevaba horas con el corazón corroído por los celos. Su mente era un torbellino: imágenes de Olivia bajando las escaleras con ese aire de inocencia y pulcritud; la detestaba. La manera en que las criadas la miraban con respeto, los rumores de que había compartido el lecho de Cassio… y la confirmación de él. Todo eso la quemaba por dentro.
 — No… no puede ser… — susurró frente al espejo de su tocador, con el cabello desordenado y los ojos rojos de rabia —. ¡Esa mujer no puede quitarme lo que es mío! No hice todo lo que tuve que hacer por nada. ¡Cássio tiene que ser mío! ¡Yo tengo que ser la dueña de todas estas tierras!
 Con el pulso agitado, tomó pluma y papel. Había visto muchas veces la letra de Cassio en órdenes y documentos; la conocía de memoria. Con una paciencia venenosa, comenzó a imitarla.
 "Olivia, perdóname lo de esta mañana. Estaba abrumado. Quiero hablar contigo, aclarar las cosas. Espérame en los establos esta noche, quiero darte un paseo y que hablemos sin interr