Capítulo 13 — El regreso
Cinco años habían pasado desde aquella huida.
El reloj marcaba las once de la mañana y el sol se filtraba por las cortinas de lino marfil, iluminando la elegante suite presidencial que Rubén le había regalado a Cristina. Desde ese lugar, en lo alto de uno de sus hoteles, ella había reconstruido su vida con paciencia y esfuerzo.
Sentada frente a su computadora portátil, con una taza de café ya frío a un costado, Cristina repasaba unos informes mientras sus dedos volaban sobre el teclado. Había logrado crear un pequeño negocio de diseño en línea; sus amigos se habían unido cuando supieron que estaba divorciada y sola en un país extraño, y ahora trabajaban con ella desde distintos lugares del mundo.
A su lado, Jessica —su inseparable confidente— había estado con ella todo este tiempo, convirtiéndose en tía, consejera y cómplice de cada paso que daba.
El silencio solo era interrumpido por el suave zumbido del aire acondicionado… hasta que una vocecita infantil irr