Mundo ficciónIniciar sesiónLa mansión Voss nunca había parecido tan vacía. Tamara caminaba por los pasillos que había recorrido durante tres años como una fantasma, pero esta vez era diferente. Esta vez, Damián caminaba a su lado, y en sus brazos llevaba una caja de archivos que contenían la evidencia que destruiría a Valentina.
—La habitación está al final del pasillo este —dijo Damián, su voz aún débil pero determinada—. Nunca entraste allí porque te dije que era mi oficina privada.
—¿Y por qué Valentina guardaría sus secretos aquí?
—Porque cuando éramos jóvenes, cuando aún la amaba... le di acceso completo a esta casa. Le di una copia de todas las llaves. Nunca pensé que lo usaría contra mí.
Llegaron a una puerta de caoba tallada. Damián la abrió revelando una oficina im







