Una historia de amor muy parecida.
Por la puerta principal, después de volverle a aclarar que no iba a permitir que le hiciera este tipo de escenas. El heredero Darkok sacaba del brazo personalmente a la Marina.
— ¿Qué haces Vladimir? ¡No tienes por qué hacerme pasar esta humillación social, he sido tu pareja por mucho tiempo, no es justo que me botes así, me debes demasiado! — Decía casi a gritos la furiosa socialité.
— ¿Qué te debo mucho dices? — Vladimir rió, pues el consideraba que no le debía nada. — Yo no te debo absolutamente nada, ¿Se te olvida que he pagado por tus servicios, Marina? ¡Por todos ellos y bastante caro! Cada que te llamaba para que estuvieras en mi cama, siempre te ibas conmigo nunca regalo.
— ¡¿Entonces era por eso que siempre me dabas todos esos regalos?! ¡Me tomabas como una prostituta, Vladimir!
— !No te hagas la tonta, te di un coche de lujo, una pequeña villa, joyas por montones, bolsos de diseñador, nunca te fuiste de mi penthouse con las manos vacías, y en una maldita relación n