Un hermano algo gruñón.
El magnate Donovan Lombardi, se enorgullecía de su nieto, estaba poniendo el apellido Lombardi por todo lo alto, él no se dejaba opacar por la sangre Black.
— Eso es correcto Lucano, tu tienes excelentes genes en tu sangre, y estoy seguro que algún día vas no solamente a llegar hasta donde nosotros lo hicimos, si no que llegarás más lejos.
— ¿Tú crees abuelo Donovan? — El niño por fin sonrió.
— No tengo ninguna duda, mi nieto Lucano, es muy especial.
— ¿Escuchaste abuelo, Lucano? ¿Escuchaste, papá? Si el abuelo Donovan lo dice yo le creo. — El niño sabía muy bien que su abuelo paterno nunca mentía.
— Escuché, debes entender que tu madre y yo siempre te vamos a amar, solo que el bebé está totalmente indefenso ahora y depende de nosotros que esté sano y bien cuidado. Tú ya eres un poco más grande, y eres más independiente.
— Bien me quedaré, Vladimir, mis padres y mis abuelos si me tienen en su corazón, de todas formas gracias por ofrecerme a tu familia, es mejor que