Las cosas han dado la vuelta, Doménico no será recibido.
El agua caliente corría por el cuerpo de Doménico, de pronto recordó lo que había pasado. El aviso de que su mujer ya había roto fuentes, cuando llegó al hospital, y como nunca fue llamado para acompañar a su esposa cuando ella daba a luz.
Después de tomarse un par de analgésicos, y ya perfectamente vestido en un traje hecho a medida, bajó a hablar con su imponente padre.
— Vaya, ya estás más presentable, Pero el alcohol en tu cuerpo sigue predominando al alcohol que tiene el perfume que llevas encima.
— Me excedí un poco de copas, no suelo hacerlo muy seguido, pero fue como anestesiarme, ahora dime, ¿De que quieres hablar?
— Sabes muy bien sobre que quiero hablarte, tú hijo nació ayer y no eres ni siquiera para ir a conocerlo, ¿Qué clase de hombre eres? ¿Cómo te atreves a hacer algo como eso? Imagínate que yo te hubiera hecho algo así, ¿Cómo me verías en este momento?
— Papá, tu supiste de nosotros hasta que ya habíamos nacido, mamá no te dijo ni siquiera que estaba e