La traición de los Darkok.
Rafi comenzó a llorar de nuevo, ella ni había pensado ni por un momento en deshacerse de su hijo, no cuando era hijo también del hombre que amaba.
— Papá, no puedo hacer eso, es mi hijo, no lo quiero perder.
— ¡Apenas acabas de iniciar tu carrera, no sabes siquiera si ese tipo va a responderte! ¿Has pensado en que él no quiera tener hijos por el momento? ¡No vas a ser una madre soltera, eso te va a arruinar la vida, los padrastros nunca son buenos!
— No, no, yo sé que el cuando lo sepa no me va a dejar sola, solo... Solo permite que hable con él, mi novio tiene que saberlo. Estoy segura que él jamás permitiría que nuestro hijo sufriera, te lo juro papá, él es un buen hombre.
Sollozaba Rafaela con mucho sentimiento tratando de convencer a su padre para que no fuera a cometer una barbaridad.
— !Por favor Rafaela, si fuera un buen hombre no te habría seducido, él te habría respetado, sobre todo sabiendo que perteneces a una familia de fuertes valores! ¡No, no me creo eso de