Al CEO le agradaron las palabras de la bella pianista, pero su semblante seguía triste.

— ¿Qué pasa? ¿Tanto te desagrada tener sentimientos por mi? — El heredero tenía una preparación impresionante, hablaba muchos idiomas, eres un empresario exitoso, siempre elegante, siempre siendo un caballero. Se sentía ofendido.

— Somos de diferentes clases sociales, siempre se habla de hombres como tú, que enamoran a chicas tontas e ingenuas como yo, y después las abandonan para casarse con una señorita de sociedad de la misma clase social que ellos.

— ¿Entonces piensas que yo voy a hacerte eso mismo?

— ¿Qué te lo impediría?

— Mis principios por supuesto, mis valores, la riqueza no tiene nada que ver con la integridad que tenga un hombre. Pero si dudas de mi, te lo voy a demostrar, ven conmigo. — Don tomó la mano de Sofi y la hizo regresar al coche.

— ¿A dónde vamos?

— Ya verás.

Pronto llegaron a una enorme y lujosa mansión, se trataba de la mansión de Alexander Ivanov, y su es