Mientras Giorgiana disfrutaba del dolor que Angelic estaba pasando. Uno de los guardias llamaba a su jefe.

En ese momento el CEO ruso se encontraba en una importante junta de socios. El CEO Doménico, y el CEO Mendoza, también estaban ahí cuando le timbró el celular.

El empresario no habría contestado si no fuera porque se trataba de los guardaespaldas de la futura madre de su hijo.

— ¿Dime? — Respondió serio y seguro como siempre.

— !Señor Darkok, ha ocurrido un accidente, la señorita quiso venir al centro comercial, y aquí se encontró con la rubia con la que usted salía, se hicieron de palabras, la arquitecta le dió con el pote de helado en la cabeza, y la mujer la empujó haciendo que se golpeara el vientre en una banca...!

— Tomy, ¡¿Para qué es que te pago si no es para que cuides de la madre de mi hijo?! ¡Llévala al hospital ya mismo, de prisa, yo los alcanzo allá!

— Señor, hay algo más...

— ¿Qué más hay que sea más importante que Angelic esté lastimada? — Pregun