Mientras que en la mansión de Noah Connor, este se disponía a salir con Hernán, el hermano adoptado de Noah, este era un chico que el padre de Noah había rescatado de una familia abusiva cuando solamente tenía seis años, Noah lo veía como su hermano mayor y Hernán cuidaba a Noah con su vida, los dos se llevaban muy bien, cuando Albert el padre de Noah falleció, Hernán dejó todo para ir a hacer trabajo social a África, a darles a las personas con menos recursos un poco de lo que Albert Connor le había dado a él.

En el testamento de Albert, este dejó por partes iguales la herencia, tanto para Noah como para Hernán.

El hermano de Noah siempre estaba pendiente de él, sin embargo, nadie sabía de su existencia, ya que cuando era niño estudió en la escuela a la que iba Noah, en el extranjero y cuando fue adolescente, decidió que quería ir a estudiar a Inglaterra, así se graduó de médico, siempre en contacto, pero nunca juntos.

Esa semana en específico Hernán Thompson, se encontraba en el país, él no se había quitado el apellido de su madre a quien un hombre asesinó para robarle la droga que el tipo que la mantenía secuestrada vendía, la vida del chico era un completo libro de terror, la madre fue víctima de trata de personas y de ahí nació Hernán, nunca supo quien era su padre, la madre trabajaba fuertemente haciendo costuras a todas las mujeres del lugar en donde estaban, el tipo que era su pareja obligatoriamente vendía droga, decía que para que Hernán pudiese comer, nadie le daba trabajo a un niño, así él quisiera ayudar a su madre, la mujer siempre estuvo pendiente de que Hernán estuviera bien, al punto que cuando un tipo llegó a comprarle droga a ella, si ella tener absolutamente nada que ver con el negocio y al ella negarse le disparó seis veces haciendo que falleciera de inmediato, ese día Hernán estaba fuera de la casa, no le permitieron las demás mujeres ver a su madre, hasta que estaba en un féretro.

A Hernán lo puso el Estado en una casa de acogida, era un niño inteligente, educado,  muy respetuoso y algo callado, así que a la familia que lo tenía en su casa no le funcionaba un niño así, ya que esta pareja decía que ayudaba a niños, pero realmente los ponía a robar en la estación del tren.

Un día Albert tomó el tren y ahí lo encontró, al chico queriéndole robar su cartera, Hernán le contó su historia, así que Albert de inmediato lo adoptó, pero él niño no quiso cambiarse el apellido en honor a su madre.

-Bueno hermano, donde me invitarás a cenar, dijo Hernán riendo.

-Ya veras, es un lugar que no conozco, pero al que deseo ir con todas mis fuerzas.

-Jummm, eso suena a una hermosa mujer, para que cambies tus gustos de restaurantes, es porque vale la pena.

-Ay hermano, es la mujer más bella que he visto, es mi empleada, se llama Emma y se casará mañana con quien sabe que idiota.

-¿O sea, llegaste tarde hermano?

-Así es, ella estará ahí con una de sus compañeras de trabajo y yo, pues, tengo que invitar a mi hermano mayor a cenar algo de pasta italiana.

Así salieron los dos hombres en un auto de lujo.

Al llegar Clara y Emma al estacionamiento del restaurante Olive, cual fue la sorpresa que iban llegando Noah y Hernán.

-Hola doctoras que tal como están, que coincidencia, les presento a mi hermano Hernán, él igual que ustedes estudió medicina.

Hermano, la señorita Wrigth, en poco tiempo se gradúa de de medico, tenemos muy buen personal en nuestra empresa.

-Tu empresa hermano, mis negocios están lejos de acá, dijo Hernán riendo, que gusto señoritas, Hernán Thompson, hermano mayor de este gruñón que tienen como jefe.

-Hola, un gusto, dijo Clara, mientras que Emma estaba algo nerviosa por la presencia de Noah.

-Hola, que gusto señor Thompson.

-¿Señor? Ay no niña, a mi Hernán solamente, eso de señor, era a mi padre.

Noah no dejaba de observar a Emma, ya se había vuelto algo incomodo, así que Clara que era un poco espontanea solo se le ocurrió decir; señor Cooner, señor Thompson, que les parece si nos acompañan a cenar, hoy mi amiga hará su ultima cena, diciendo esto hizo un gesto de compasión, mañana se casará y dejará la soltería para siempre, dijo en total dramatismo.

-Claro que si, dijo Hernán adelantándose a su hermano, nos encantaría, yo salgo mañana a eso de las siete treinta de la mañana rumbo a África, así que será una noche hermosa, cenando con dos mujeres tan bellas, ¿Qué opinas Noah?

Noah, Noooooaaaahh, dijo Hernán golpeando al hombre que estaba hablando por teléfono con Omar.

-¿Qué decían?, disculpen, pero es que Omar acaba de descubrir que alguien en la clínica en donde trabajan ha estado robando a manos llenas, tiene poco más de un año haciéndolo y hasta hoy la auditoría externa sacó todo a la luz, pero bueno, ¿qué les parece si los invito a cenar.?

-De eso exactamente hablábamos, le decía a Clara que estamos encantados de acompañarlas, además, mañana salgo para África y no sé cuando vuelva a aparecerme por acá, deberían ir por allá y visitarme, es un lugar bastante exótico, estoy seguro que les encantará bellas damas.

¿Tienen reservación?

-Si señor Connor, tenemos una en el piso tres.

-¿Qué les parece si mejor vamos al piso siete, ahí tengo una sala, estaríamos un poco más tranquilos y además no tendríamos a tantas personas con sus teléfonos tomando fotografías que venderán al periódico hoy mismo con una historia como “La nueva conquista de Noah”, evitémonos eso, además, la señorita Emma se casará y estoy seguro que lo que menos desea es salir siendo mi nueva conquista en primera plana; Que dicen?

-Como usted diga jefe, dijo Clara tomando a Emma de la mano, la chica espontanea y habladora, delante del guapísimo Noah Connor se había ido, solo quedaba una mujer un poco callada y algo seria.