Al subir por la espectacular escalera y al final del enorme pasillo Noah abrió una puerta gigante, en donde se podía ver una cama bastante confortable, una pequeña sala, una biblioteca, dos puertas, una daba a un gigantesco armario que tenía algunas prendas de diseñador, una puerta de vidrio que daba a un balcón en donde se podía observar una montaña, la misma que se podía apreciar desde abajo, en donde se había quedado cuando llegó a la casa, pero ahora se podía ver con más detalle, el aire era fresco.
-Es impresionante esta vista Noah, te juro que nunca vi algo así en mi vida.
-Es con lo que despertaras todos los días, dijo él mientras tomaba la mano de la chica.
Emma, te conozco perfectamente bien, sé que no te gustan los escándalos, cámaras y reporteros, es por eso que en esta habitación en donde prometo hacerte el amor todos los días de mi vida es que quiero pedirte, dijo él poniendo su rodilla derecha en la alfombra.
¿Quiere usted señorita Wrigth, hacerme el hombre más feliz del