Confesión de Rubí.
-Hijo, por favor, no te pido que me perdones, solamente escúchame, sé que te he hecho mucho daño y con pedirte perdón no gano nada, tu padre fue siempre un buen hombre, sé que no es algo que tu no sepas, me arrepentí muchas veces, siempre por dinero era mi arrepentimiento, hasta hace poco no había valorado a un hombre como Alberth, no existe ni existirá en la tierra un hombre como él.
-No es momento de hablar de mi padre Rubí, ¿Qué es eso tan importante que debías decirme, que no podía esperar a que salieras de aquí.
-Yo no voy a salir con vida de aquí, créeme o no, las personas sabemos cuándo nos llega la hora, yo tengo que pagar mucho de lo que he hecho en mi vida por la ambición.
Sabes Noah, cuando eras pequeño, tú eras el centro de mi vida, siempre te protegí y cuidé, llegó un momento en que no sé cambió en mi y llegó el punto en que solamente importaba lo que yo tuviera, consiguiera o como me sintiera, tu padre al ver como había cambiado, me dio todo cuanto tuvo, todo, su vida en