— Porque necesitas aún rehabilitación y además ella te vigila de que te cuides y no te andes fugando todos los días – le respondió muy tranquilo.
Ya sabía muy bien por qué su afán en ganar dinero, quién la perseguía poniendo su vida en riesgo y el porqué.
Carlotta hizo un puchero, pero no siguió protestando.
— Bien, ¿algo más para lo que me llamaras?
— Sí, de hecho, hay algo que quiero conversar contigo y antes de que saltes a la defensiva, que sepas que es en buena lid.
Fabio y Stefano habían ideado un plan para mejorar la relación con la Duquesa.
— Sé de tu pasado, absolutamente todo, incluido ese hombre que está en prisión – comenzó a decirle y Carlotta se tensó visiblemente.
— Y ¿qué harás al respecto? Yo no soy ninguna asesina, ni Luca tampoco, nosotros…— respondió a la defensiva, pero a la vez, con el corazón en un puño.
Si Stefano le quitaba su financiamiento o le pedía su dinero, estaba acabada, ella y Luca.
— No creo que seas una asesina o no te tuviese viviendo en m