EN EL CLUB PRIVADO.

-¿Zai, no nos sacarán a rastras de este lugar?

-Claro que no, mi tío Arnold me ha comprado una membrecía para que las trajera a cenar y a bailar un rato, ya saben, él es como mi papá, dijo Zaira suspirando ante el recuerdo de su padre.

Así que nada, a pasarla bien señoritas.

Entraron, había una mesa reservada para ellas tres, en la segunda planta, en donde se podía observar la pista de baile, justo al lado en la mesa continua, había una mujer de espalda con un vestido que dejaba ver su torneado cuerpo, la chica llevaba Chanel de arriba abajo, ella parecía una modelo de pasarela.

Las chicas pidieron una botella de vino para celebrar, Zaira no estaba acostumbrada a beber, pero ese día no importaba, igual podía dejar el auto en el club y alguien lo llevaría a su casa en la mañana.

Rina y Stella ellas si bebían un poco más, estaban acostumbradas a pegarse la fiesta, como decían ellas, Zaira estaba tan triste de que Dante la hubiese chantajeando de esa manera y peor aun que su madre no la apoyara en la decisión de no trabajar con Dante y todo porque su padre así lo deseaba, ella entendía que su madre había quedado muy afectada cuando su padre murió, pero también ella estaba viva y ahora la había encadenado a un hombre que la trataba como si fuese prostituta, igual Berat tenía razón, él, Dante no la conocía de otra manera más que como dama de compañía.

El mesero que estaría en esa área toda la noche, por fin llevó la botella, las chicas se divertían.

Tenían ya más de media hora de estar en el lugar, unos chicos llegaron a sacar a bailar a las chicas y ellas no lo pensaron dos veces, se iban a divertir y era lo que iban a hacer.

En la pista de baile las tres chicas bailaban muy alegres con sus acompañantes.

En la segunda planta, un hombre con un jeans azul y una camiseta tipo polo de color blanco que combinaba con sus tenis, se sentaba con la hermosa chica de la mesa de al lado.

El dj cambió el ritmo y las chicas volvieron a su mesa.

Zaira se sentó de espalda a la mesa de al lado, ella ni se molestó en observar quien era la pareja de millonarios que estaban hablando al lado, total no le importaba, estaba con sus amigas y era lo único que importaba.

-Ven, vamos a bailar, dijo un chico tomando el brazo de Zaira.

-No, ahora no quiero, tal vez después bailemos.

El chico se marchó mirando a Zaira de manera despreciativa.

Las chicas pidieron dos botellas de vino mas, tomaban y reían, mientras que la pareja de al lado estaban en un momento romántico, la chica abrazaba al hombre y le hablaba al oído.

-¿Bailamos?, dijo Rina cuando la música volvió a cambiar a una un poco más alegre.

Cuando las tres iban bajando a la pista, los chicos con los que habían bailado, las estaban esperando.

Cada uno tomó a su pareja, ya Zaira estaba algo ebria, así que comenzó a bailar un poco desinhibida, André el compañero de baile de Zaira mal interpretó las cosas, él pensó que la chica se le estaba ofreciendo, cuando André tomó por la cintura a Zaira y puso sus manos en su trasero, esta se alejó de inmediato.

Mientras que Zaira caminaba hacia la segunda planta muy molesta por el abuso, el hombre de la mesa de al lado había visto todo y la sangre le hervía de lo molesto que estaba, sin embargo, decidió no intervenir.

-No, no André, así no funcionan las cosas, bailamos, nos divertimos, pero no me tocas de esa manera.

-¿Crees que he perdido mi tiempo contigo? No mi vida, te vas al baño conmigo ahora mismo, te voy a hacer de todo ahí, dijo él imaginando que la chica realmente estaba perdida en el alcohol.

-Pues creo que si has perdido tu tiempo, dijo Zaira yo no me voy a la cama con cualquiera, de hecho no me voy a la cama con nadie.

Cuando sus amigas vieron aquello, siguieron a Zaira hacia la mesa.

-¿Amiga, que pasó, que te hizo?

-Me puso la mano en el trasero, me intentó tocar los senos, no lo soporto, no quiero que sean así.

-Pues simple, nos quedaremos acá y beberemos eso es todo, por tipos como esos es que nos tratan mal y nos hacen menos.

Las chicas continuaban en su fiesta de vino.

-Vamos hermosa, te voy a hacer de todo, decía André tratando de llevarse a la chica hasta el baño.

-Por favor déjame en paz, en buen plan, no vengo a ligar.

André a pesar de que Zaira le pedía que se alejara, continuaba en su plan de llevarse a la chica, al chico se le acabó la paciencia, sin embargo, se alejó de la mesa, así que Rina y Stella aprovecharon que André se marchó para ir al tocador.

André volvió con mas enojo cuando la chica estaba sola.

-¡Te  dije que vengas conmigo perra! Gritó André mientras llevaba las manos hacia los senos de la chica quien rápidamente se movió evitando que sus manos la tocaran nuevamente.

-¡Te dije que vengas, no te hagas de rogar! Gritó André ahora si tomando a Zaira del brazo, sus amigas habían ido al tocador en ese momento, así que ella estaba completamente sola.

-Ya basta, déjame en paz, porqué no entiendes que no ando ligando ni buscando salir con alguien, por favor, déjame sola.

Por más que Zaira le explicaba y trataba que el chico entendiera, para él era como si nada estuviera sucediendo, continuaba ya de manera insistente, casi abusiva.

La pareja de al lado estaba en su conversación, no podían escuchar lo que estaba sucediendo en la mesa de al lado, al ser un club tan exclusivo, la chica miró la situación, sin embargo, tomó a su acompañante del brazo y casi arrastrándolo lo llevó hacia la pista de baile.

Zaira continuaba tratando de quitarse la molesta presencia de André, quien era hijo de uno de los dueños del segundo Club más prestigioso de la ciudad, pero al chico le gustaba ir a ver que pescaba, como decía él al Club más prestigioso del país

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