De inmediato Dante se levantó de la mesa tomando a Gemma del brazo, él necesitaba saber si Luka y Zaira habían llegado juntos, pudo ver más que eso, cuando Luka abrió la puerta del auto, besó a Zaira quien le correspondió el beso, mismo que se iba intensificando poco a poco, Dante sentía su sangre hervir y deseaba matar a Luka Cassis, pero era él y solo él quien había alejado a Zaira de su lado.
Los autos estaban uno al lado del otro, Dante iba acercándose bastante molesto, de la mano de Gemma quien miraba la escena con envidia, pues ella nunca logró nada con Luka Cassis.
Dante hizo un sonido con su garganta, para que la pareja se diera cuenta de que ellos estaban al lado, sin embargo, no logró el resultado que deseaba, que Zaira se asustara y alejara a Luka, ella lo abrazó de su cuello y continuó besándolo.
-Zaira, te espero mañana a primera hora en mi oficina, disculpen por interrumpirlos.
Ella se separó de Luka lentamente y mirando a su jefe solamente respondió “claro que sí señor Fabbri, estaré como siempre a primera hora, no se preocupe”.
Cada quien se fue a su casa, Dante quien iba a gran velocidad llevó a Gemma a su apartamento, esa noche no deseaba tenerla en su cama, no se quitaba de su mente el ver a Zaira besando a Luka, la noche para Dante fue espantosa, igual para Zaira quien deseaba con el alma sacarse a Dante del corazón, ella estaba dispuesta a darse una oportunidad con Luka Cassis, era bueno y atractivo, solo necesitaba tiempo para enamorarse de él de la misma forma que lo había hecho con Dante Fabbri.
Al día siguiente, Zaira llegó temprano a la oficina, ya Dante había llegado, él se había quedado a dormir en el apartamento de la empresa.
Entró a la oficina de Zaira sin siquiera tocar a la puerta, Susana aún no llegaba, eran las seis de la mañana y la hora de entrada era a las ocho, Zaira deseaba sorprender a su jefe, puesto que le había dicho que llegara temprano, sin embargo, la sorprendida fue ella.
-Bueno Zaira Smith, de verdad que cuando dices que llegarás temprano no estabas jugando, por cierto, aun duele la bofetada que me diste anoche, dijo Dante tocando su mejilla derecha.
Zaira no respondió nada, solamente lo miró bastante seria.
-¿Qué hay entre Luka y tú? Preguntó Dante sin más.
-Nada, nos estamos conociendo, parece un hombre encantador, quiero darme una oportunidad con él, ¿por qué la pregunta señor Fabbri?
-Solamente mi curiosidad, Cassis es un buen chico, por cierto, tiene bastante dinero, para darte a ti y a tu madre lo que desean.
Crees que no me he dado cuenta de lo que ustedes dos estaban planeando, Dana a quien aprecio mucho intentó por todos lados el que yo me interesara en ti aceitándome en su casa, es peor de interesada que tu Zaira y tu por otro lado haciéndote la inocente, por Dios mujer, de verdad crees que no me iba a dar cuenta, ya le han sacado dinero a Arnold Stone, su casa, sus autos y asumo que también una gran cuenta en el banco.
Zaira se quedó sin palabras, el gran CEO cada vez que abría la boca la humillaba, le demostraba que solo para sexo la quería tener cerca.
-Señor Fabbri, ese no es su problema, Arnold no es lo que usted piensa, algún día lo sabrá, pero no será por mi boca, ya usted me ha humillado mucho, me ha lastimado en el alma pensando así de mi madre, quien seguramente vio en usted un buen hombre e imaginó que tal vez podíamos tener algo usted y yo, no tiene idea de lo equivocada que está, porque entre usted y yo no puede haber nada.
Seré sincera con usted, me enamoré como una idiota de un hombre que aparenta algo que no es, que delante de las personas se comporta como todo un caballero, pero no es más que un niño mimado que nunca maduró, que lastima sin siquiera sentir remordimiento, quien no pregunta antes de hablar, que juzga sin importarle nada, quien trata a las mujeres como un objeto con el que puede divertirse sin más, un hombre que cree que como tiene dinero puede hacer y deshacer en la vida de los demás, que puede chantajear a alguien cuando no desea trabajar para él, ese hombre es usted señor Fabbri, pero sabe que, hasta hoy llegó ese sentimiento por usted, no más, me daré una oportunidad con quien me dé la gana y la próxima vez que vuelva a besarme, le aseguro que la bofetada no va a ser nada en relación de cómo me defenderé, usted tiene su novia, no entiendo que hace en mi oficina preguntándome por mi vida personal misma que no debería importarle en absoluto, sabe que, tenga cuidado, porque cuando se habla y se humilla de la manera en que usted lo hace, la misma vida se encarga de cobrarlo.
Ahora si eso era lo que tenía que hablar conmigo a primera hora, puede salir de mi oficina que tengo mucho trabajo por hacer, recuerde que tengo un contrato que cumplir, dijo la chica volviendo su mirada al computador, intentando que las lagrimas no la traicionaran.
Dante se impresionó al escuchar a la chica con aquellas palabras, ya ella no se intimidaba con él, ahora le respondía mirándolo a los ojos, a él eso le gustaba más de ella, que no era una mujer sumisa en lo más mínimo, que a pesar de su corta edad tenía carácter.
-Creo que tienes razón en todo lo que dices Zaira, una persona como yo, no puede estar con alguien como tú, sabes de lo que hablo y no, la vida no me va a cobrar nada en absoluto, tengo a la mujer perfecta a mi lado, espero te vaya bien con Luka Cassis, él es un buen tipo, encontraste a alguien con una cuenta bancaria muy similar a la mía, bien por ti.
Él si te llevará de la mano y hasta el altar.
Ahora te dejo para que sigas trabajando, tienes un contrato que cumplir como dices tú.
Diciendo esto el hombre salió de la oficina tirando la puerta, él se sentía realmente afectado por las palabras de la chica, nunca ninguna mujer en la vida le había hablado de esa manera y le había dejado en claro que no le interesaba en absoluto tener algo con él a pesar de que le había confesado que se había enamorado.