CAPÍTULO II : LOS CRIMENES DEL SEÑOR DEL BOSQUE.
La superstición creció en las aldeas, y los Pueblos, pero más allá de todas las leyendas se concentraban en las cercanías de una ladera empinada, y en las cercanías del castillo de Trú Du Random, que estaba en la cima del pueblo, era el caldero donde las leyendas comenzaban a crecer, el rumor de gemidos, y gritos de terror se oían por las noches, hasta que una noche, ocurrió un evento que dejo a todos los aldeanos aterrorizados.
Se decía en entre los aldeanos que aquella noche, una gran luz brillante se había posado sobre la cima de las rocas, pero lo que extraño a los lugareños, no fue la gran luz, fue la permanencia del brillo, se decía que era una especie de ángel divino, otros decían que era algún mago que deseaba produjo terror en la zona, sin embargo, ninguno de ellos podía dar explicación alguna sobre los hechos ocurridos sobre la montaña.
Este hecho se corrió por todas las aldeas, y una sensación de terrible peligro era seguido de aquel rumor, la bestia estaba atacaba a los ni