ERES UN MONSTRUO.
ERES UN MONSTRUO.
La tensión en el estudio era es palpable y las emociones estaban a flor de piel. Elara, con su pecho subiendo y bajando por la respiración agitada, encaro a Nathaniel, mientras sus ojos brillan con lágrimas de furia y desilusión.
― ¿Cómo pudiste? ―pregunto con voz temblorosa ― ¿Cómo te atreviste a jugar así con mi cuerpo, con mi vida, Nathaniel?
―Era necesario. ―dijo con una calma que irrito a Elara a sobremanera ― Tú… nosotros teníamos un pacto. Te comprometiste a ser la madre de mi hijo.
― ¡Un pacto que yo no quería! ¡Me empujaste a eso! ¡Manipular mi anticonceptivo…! ¿Crees que eso es amor? Es un control enfermizo, ¡es obsesión!
Nathaniel frunce el ceño y su voz se endureció al escuchar a Elara dudar de sus sentimientos.
―Hice lo que debía hacer. Lo que era correcto para nosotros, para nuestro futuro.
― ¡No hay ‘nosotros’ cuando una parte no tiene voz! ¡Controlar no es amar, Nathaniel! ¡Decidir por mí no es protegerme!
Él dio un paso adelante y la miro desa