— Damon, no estoy entendiendo nada. — dice asustada.
— ¡Claro que lo sabes! — vocifero — Me molesta que este órgano que tengo en el pecho empiece a latir cuando te tengo cerca, me fastidia sonreír por tus ocurrencias, me atormenta cuando logro dormir entre tus brazos. Tú me estás manipulando.
— ¿Eres imbécil o te la das? — me desafía con la mirada — ¡No tengo la maldita culpa que yo te guste más de lo que debería!
— ¡¿Te gusto?! — me exaspero.
Se queda callada.
— Habla de una puta vez. — estampo un puño en la pared enfurecido.
Los nudillos me sangran al romperse la piel de la zona, ella hace el amago de examinar la mano pero no se lo permito. No quiero que se compadezca de mí, solo quiero oír que es mía tanto como se lo ha dicho a Kaem.
— Dí que eres mía.
— ¿No crees qué mis acciones ya hablan por sí solas? — acaricia mi mejilla.
— Pero quiero escucharlo de tu boca.
Sitúa mi mano herida en su pecho en el lado izquierdo donde se ubica el corazón el cual muestra una frecuencia cardia