34° No juegues con fuego

Él camina hacia el lateral de la habitación, coge un balde con agua en el cual sobresale humo, deduzco que está hirviendo. Sin más preámbulo se la echa encima produciendo en la estancia puros gemidos de dolor, pedazos de piel caen en el suelo, las heridas se profundizan a medida que el vapor se incorpora con el tacto.

Pego un chillido cuando el Boss se posiciona detrás de mí y me hace mirar obligadamente la escenas tan horrenda y traumante. Me coge con fuerza por el mentón para ver firmemente.

Siento la dureza de su miembro en mi culo, él me la restriega haciendo que mi corazón late con fuerza. Su otra mano navega por mis suaves piernas hasta adentrarse su mano y tocar la tela de mi braga, mis piernas inician a temblar sin ningún sentido, la respiración caliente de Kaem en mi cuello me hace pensar en cosas indebidas ¿Cómo se puede excitar torturando a alguien más? ¿Cómo logra prenderme con un solo toque aun viendo a una mujer ser despellejada?

Hace a un lado la ropa interior y divi
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