Un Rey en la Sombra
El aire en el palacio, antes un símbolo de opresión, ahora se sentía cargado de una nueva energía. Kaida, con el Espejo de las Visiones a su lado, se erguía como la legítima Reina de Eldoria, pero también como la monarca de un reino fracturado. Kael, su guardián, la observaba con una lealtad inquebrantable.
La amenaza de Morwen, el hechicero oscuro, se cernía sobre ellos como una sombra. La revelación de la conspiración de Isabel con un enemigo ancestral de Eldoria había elevado la apuesta. No era solo una lucha por el trono, sino por la supervivencia de la verdad, de la luz.
En la sala del trono, convertida ahora en un centro de operaciones, Kaida se reunió con Conan, Orlo y Gonzalo. La urgencia era palpable.
—Morwen es un hechicero poderoso —dijo Kael, su voz grave—. Su magia se alimenta de la oscuridad. Y quiere destruir el espejo, la prueba de tu linaje.
—Y Isabel —dijo Gonzalo—, desde su prisión, sigue moviendo los hilos. Ha activado a sus aliados en la nobleza