El Corazón Dividido de Calix
El aire en la cámara secreta era denso con la verdad recién revelada. Kaida, con el Espejo de las Visiones ahora apagado, sintió el peso de su linaje. No era solo una princesa, sino la última esperanza de un reino perdido, destinada a enfrentar una amenaza ancestral. Kael, a su lado, era un guardián silencioso, su presencia una roca de lealtad en la tormenta.
—Morwen… un hechicero oscuro —murmuró Kaida, su voz era un susurro—. ¿Por qué él? ¿Qué tiene que ver con Eldoria?
Kael asintió. —Morwen es el último de un linaje de hechiceros que sirvieron a los antiguos enemigos de Eldoria. Su magia se alimenta de la oscuridad, del caos. Y la Princesa Isabel, en su desesperación, le ha ofrecido el trono de Veridia a cambio de la destrucción de tu linaje.
La revelación de la conspiración de Isabel con Morwen fue un golpe brutal. La ambición de la Reina de las Sombras no conocía límites. Kaida sabía que la lucha sería más que una batalla por el trono; sería una batalla