Constanza
Aunque Damon insistió en que no termináramos la relación, me mantuve firme en mi decisión. Mi corazón se lamenta por desear estar a su lado, pero mi parte racional me recuerda que la decisión de alejarme fue la correcta.
No me merezco su amor y, aunque me destroce, deseo que rehaga su vida y pueda olvidarme.
—Fue lo mejor —me asegura Omar en la sala de espera—. Pronto lo superarás y volverás a ser la mujer fuerte que siempre has sido.
—No lo creo —suspiro—. Esto me cambió para siempre, Omar.
—Así es. Y a partir de ahora serás mejor; dejarás de utilizar a los demás.
—Lo único bueno es tenerte a mi lado —digo, sonriendo mientras me apoyo en su brazo—. Al menos, conseguí mi objetivo.
—Sigo pensando que no debiste sacrificarte tanto por mí —gruñe—. Ahora estás embarazada, tienes a dos hombres obsesionados contigo y todos han acabado con el corazón roto.
—No podía permitir que te quedaras preso por crímenes que no cometiste.
—No merecía que me salvaras, menos si te destruías d