"Héctor"
Finalmente, nuestra familia empezó a despedirse antes de irse. Hebe y Edu fueron los últimos en irse, despidiéndose y marchándose, pero Enzo y Clara permanecieron sentados en el sofá.
"Vamos, niños, sus padres se van", dije sonriendo, pensando que ambos tenían sueño.
"¡Ya nos despedimos, tío!", respondió Clara, mirándome con esa mirada de adulta que siempre tenía.
Miré hacia afuera, y Hebe se giró para despedirse antes de cruzar la verja. Miré a Sam, quien me devolvió el saludo. Volví a mirar a mis sobrinos, cómodamente instalados en mi nuevo sofá. Luego volví a mirar a Sam, quien cerró la puerta con una gran sonrisa y pasó junto a mí, lanzándome un beso.
"¡Ahora, mis amores, la tía quiere un masaje de pies!", dijo Samantha, sentándose entre ellos. Enzo se sentó rápidamente en la alfombra, le tomó los pies con cuidado y le quitó los zapatos, comenzando a masajear uno de ellos. Clara se acurrucó en su brazo y empezaron a hacer planes para el fin de semana.
"Vamos, tío, ven aqu