Mundo ficciónIniciar sesiónLa entrada a la aldea de la Serpiente fue como caminar sobre una fina capa de hielo. Cada paso amenazaba con romper la frágil paz. Los guerreros de Kael se reunieron con sus familias en abrazos silenciosos y llenos de lágrimas, pero el resto de la población se mantuvo a distancia, sus ojos fijos en los guerreros Jaguar y Yuu Nahual que ahora estaban dentro de sus muros.
La tensión era un animal vivo en el aire. Un niño Serpiente tropezó y cayó cerca de Ch’ak, el imponente guerrero Jaguar. El niño se congeló de terror, esperando un golpe. En su lugar, la enorme mano de Ch’ak, que había aplastado cráneos el día anterior, lo levantó suavemente y lo puso de pie sin decir una palabra. La madre del niño corrió, lo arrebató y se escondió, pero el gesto no pasó desapercibido. Fue una pequeña grieta en el







