34. Un daño evitado
Zack jamás se sintió más agradecido que esa noche y todo era gracias a Dean y a su mamá. Jamás pensó que después de tantos desplantes y tantos rechazos Dean fuera la persona que lo ayudaría a salir de allí ileso. Así que estaba más que agradecido con él.
-Llévalo a esta dirección- tomó una servilleta y escribió la dirección de su hospital clandestino -estaré allí para ayudarlo-
-Muchas gracias...- agradeció Clara pero no sabía como ese hombre se llamaba.
-Zack- dijo viendo a Clara para luego ver con preocupación a un Dean quejumbroso
-Eres tan diferente a él- susurró acariciando su mejilla. Zack sonrió y entendió a que se refería.
Claro que él era diferente a Jason y jamás estuvo más feliz de eso. Él no era una persona que le gustaba ver sufrir y hacer el mal a los demás. Estaba seguro que si le hubiese dado la oportunidad de nacer otra vez y escoger su vida, escogería esa otra vez. Le gustaba ayudar, le gustaba ser útil para algo bueno. Y en el tiempo que estuvo siendo Jason,