92. LA VIDA CONTINÚA.
POV. SEBASTÍAN.
Estaba de pie mirando a Kalila, lo que quedaba de ella.
¿Qué seguía?
¿Una lápida?
¿Una vida condenada a esto?
¿Era tan necesario seguir cargando con ella?
— Señor, anoche tuvo una crisis, se golpeó la cabeza contra las paredes y se lastimó bastante, se abrió la piel.
— ¿Le pusieron el sedante?
— Sí, fue necesario o de lo contrario…
— Se hubiera matado — complete la oración.
— Sí.
— A veces creo que sería lo mejor.
— Dejarla ir.
— Sí.
— Pero entonces le estaría dando la paz que ella le quitó a usted — mire rápidamente a Alexa que estaba a mi lado.
Ella como siempre mantenía mis cosas sucias en orden y Kalila no era la excepción.
— Pero dejarla con vida es quitarle la paz a mis hijos.
— Yo no tengo hijos y puedo…
— Francisca no estaría muy feliz de saber que…
— Ella sabe que no soy una chica buena y puede vivir con eso.
Reí.
Reímos.
Salí de la bodega y me subí al auto, tenía que volver a la ciudad pronto porque los niños salían del cole y la guardería, debía llevarlos