576. EL VESTIDO BLANCO O NEGRO
CORAL:
Corro a tapar la boca de Oliver, que frena en seco, entrecerrando los ojos para mirarme. Su dramatismo siempre logra arrancarme una risa, a mí y a todos los que estamos alrededor, incluso en situaciones como esta.
—Ssssh… cállate —le pido mientras tapo su boca y tiro de él, mirando a Maxi, que avanza despacio detrás de mí con el ceño fruncido. Por eso le susurro al ver su mirada firme hacia mi amigo:—Oli, creo que me tienes que hacer un vestido blanco.
—¿¡Blanco!? ¡No me hagas este cambio de última hora, Coral! ¿Sabes lo que me costó conseguir esa tela negra perfecta? Es casi un pecado que ahora quieras blanco… —responde, llevándose una mano a la frente como si fuera a desmayarse, exagerado como siempre. Luego suelta una gran carcajada mientras dice:—Lo sabía, tonta. ¿Qué novia quiere en verdad un vestido negro? Ya te hice uno blanco. ¿Quién dice que yo te iba a dejar casar de negro? ¡Ni que estuviera loco! Tu padre Carlos me lo advirtió: tú, de blanco o no te casabas.
Ma