40. PREÁMBULO DE LA CONSUMACIÓN

Cristal mira a Gerónimo entre temerosa y deseosa. La pregunta que él le hace la asusta. Siente cómo se sonroja por sus pensamientos pecaminosos. Su esposo es tan hermoso, sexy, varonil, y la mira con deseos. Su miembro palpita sobre su centro y ella lo desea. Pero le da miedo; es muy grande. ¿Me cabrá eso adentro? se pregunta asustada. ¿Cómo le digo que yo…? Vamos, Cristal, díselo, díselo.

—Es que, es… —comienza a hablar, pero siente tanta vergüenza ante la mirada interrogante de Gerónimo que se detiene.

—¿Qué es, mi cielo? No tengas pena; soy tu esposo y siempre lo seré —asegura enseguida Gerónimo.

Habla sin dejar de darle pequeños besos en sus ojos, su nariz, sus labios. ¡Dios, qué excitante es! piensa Cristal, debatiéndose entre el miedo y el deseo.

—¿Siempre? ¿Lo prometes? —pregunta sin abrir los ojos. —¿No importa quién yo sea? ¿Seré siempre tu esposa? ¿Lo juras?

Quiere asegurarse de que él le prometa que, cuando se entere de quién es, no le pedirá el divorcio. No quiere a nadie
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App