Por otro lado, ajenos a lo que está ocurriendo en esos momentos, en la casa del doctor Rossi, en su habitación, Cristal, acostada en la cama, ríe feliz jugando con el bebé cuando ve que Gerónimo abre la puerta.
—Cielo, mi tío Rossi quiere ver al bebé —dice, algo nervioso. —Dile que pase, yo estoy vestida. Parece que se siente mejor —explica ella sin dejar de sonreír—. Tomó toda su leche. Gerónimo deja pasar al doctor Rossi, que entra y saluda a Cristal, acomodando su maletín con todas las cosas para tomar la muestra del pequeño. Sonríe al ver que el niño está respirando mucho mejor y sigue haciéndole cosas al bebé, viendo que, en verdad, ha recuperado su ánimo. Cristal lo observa todo el tiempo, sonriendo también y feliz de que el bebé se encuentre mejor. El doctor Rossi explica q