Ya habían pasado dos meses desde que Moira había perdido a su bebé y las cosas no habían mejorado.
De hecho, las cosas habían empeorado.
Moira estaba bastante deprimida por haber perdido al bebé, y se sentía peor porque ni siquiera podía recordar qué fue lo que pasó exactamente, pero estaba convencida de que fue por su culpa.
Como el doctor con el que había ido a hacerse la prueba dijo que ella fue con síntomas de mareo, Moira estaba convencida de que por estúpida y por no tener cuidado se mareó en las escaleras y se cayó.
Zack no lo creía así, intentaba convencerla de que no fue su culpa, pero tampoco quería decirle que alguien la había empujado porque entonces podría sentirse peor o podría llenarse de tanto rencor y deseos de venganza como… como él.
La verdad, Zack a veces no podía dormir por pensar que estaba dejando libre a la persona responsable de que hubieran perdido a su hijo.
Y la falta de sueño estaba comenzando a cobrarle factura, más porque su trabajo estaba co