OLIVIA
Las últimas 24 horas habian pasado como un borrón, desde que Ivar conversó conmigo explicándome el tema que nos envolvía y todo habia pasado rapidamente.
La ansiedad cada hora era más grande y no sabía qué hacer para calmarme, porque si pensaba que mi vida habia cambiado completamente al encontrar mi compañero, mudarme y dejar atrás todo al abuso que sufria.
El enterarme que no tenía uno, sino dos compañeros, le daba un giro de 360 a todo.
“Dos compañeros”, pensé mientras doblaba la ropa nueva que compramos con Ivar ayer.
Finalmente decidí comprar en línea y llegó todo hoy temprano, asique apenas desperté tomé desayuno y comencé a ordenar todo.
Ivar me ha dado espacio, sé que es porque debo asimilar todo y tiene miedo que reaccione de mala manera, pero sorprendentemente incluso para mí no me aterra el tener dos compañeros. Es como si mi loba siempre lo supiera y simplemente se ha dejado llevar actuando con normalidad conversando como si no nos hubiera tirado esa bomba de inf