Bilogía Benditos. Primer Libro: La Loba Perdida. Segundo Libro: El Alfa Olvidado. Sinopsis: ¿Te imaginas tener una hija destinada a ser una Alfa, y que sea asesinada junto al amor de toda tu vida por el hijo del Alfa de la manada? ¿Te imaginas huir de allí, crear una aldea de pícaros y terminar siendo el Beta principal de la manada de la Reina del mundo sobrenatural y Alfa de dos manadas? Todo esto es el pasado de Esteban. Ahora debe encontrar a su Luna, aquella que de un heredero a la manada y continúe la línea de los Benditos, pero aún recuerda a su dulce niña y su cariñosa mujer. ¿Qué pasará con Esteban? ¿Logrará superar su pasado, reencontrar el amor y cumplir con su deber? Acompaña a Esteban a descubrir su pasado y forjar su futuro como Alfa de SunLight.
Leer más* ¡AVISO de la Autora! *
Este libro es la continuación de La Loba Perdida (finalizado), con la historia de otro personaje. Este libro contiene spoilers importantes. El libro se puede leer y entender de forma independiente, pero recomiendo leer antes La Loba Perdida para comprender la totalidad de la historia, incluyendo sus matices.***— ¡Papi, papi! — me gritó una niña pelirroja de ojos azules, corriendo y saltando en mi cama, con una sonrisa adorable en la cara. Me reí.— ¡Lisa! ¿No te he dicho muchas veces que debes dejar descansar a tu padre? — la regañó la mujer que había atrapado mi corazón: una mujer rubia, de ojos grises y una sonrisa tan luminosa como el mismo sol.— ¡Pero mami! ¡Quiero estar con Papi! — hizo un puchero tan tierno que me ablandó el corazón.— ¡Ven aquí, pequeña revoltosa! — dije incorporándome, cogiéndola entre los brazos y alzándola en el aire — ¡No te escaparás!La niña soltó una risotada divertida mientras la balanceaba en el aire.— Y ahora... ¡Un abrazo! — grité abalanzándome sobre ella y encerrándola entre mis brazos.Noté un dolor profundo en el flanco izquierdo.— ¡Cariño! Me estás haciendo daño.— dije soltándola, pero el dolor se volvió más fuerte. Miré hacia abajo y vi un cuchillo clavado.Alcé la mirada y vi a la niña, con la tez pálida, los labios morados y con una mirada carente de vida. Tenía un agujero en el pecho, dónde le faltaba el corazón.— Me mataste, papi. — me dijo con dolor — Tu sangre me mató. Morí por tu culpa y ahora ocupas mi lugar.— ¡Evelyn! — grité aterrado mientras retrocedía en la cama y miraba hacia donde estaba mi mujer — ¡Evy! ¿Qué está pasando?— Nos mataste, Esteban. Tu sangre nos mató. No me dijiste que tu familia pertenecía a los Benditos. — su rostro también había perdido todo el brillo, y sus labios amoratados me generaban terror. No pude evitar mirar el tajo de su cuello y cómo la sangre caía sin control.— ¡NO! ¡YO NO OS MATÉ! ¡NO SABÍA NADA! — grité aterrado e intenté salir de la cama, sin éxito. Unas correas me ataban a la cama.— Eso no importa. Tus manos están manchadas de sangre. Eres un asesino, Esteban. — me dijo mi mujer.Miré mis manos y las vi repletas de sangre.— ¡NO! ¡YO NO..! — grité.— Es hora de reunirnos, Papi. Nosotras lo haremos. — dijo mi hija y de un salto, me apuñaló con el cuchillo.Desperté gritando y con las sábanas totalmente pegadas a mi piel del sudor. Escuché pasos apresurados por el pasillo y la puerta se abrió con cierta violencia.— ¡Bendito Alfa Esteban! ¿Se encuentra bien? — preguntó una chica que reconocí de la manada de Alfred.— Yo... sí, estoy bien. Tan sólo era un mal sueño. No te preocupes. — le dije forzando una sonrisa. Ella asintió con la cabeza, no muy convencida — Entiendo. Si necesita cualquier cosa, por favor, llámenos.Salió de la habitación cerrando con cuidado la puerta tras de sí. Me tumbé boca arriba y, por si acaso, me miré el flanco en el que me habían apuñalado: nada, no había nada. Era algo que ya sabía, pero la pesadilla habia sido tan vívida que no había podido evitarlo.Me tumbé boca arriba con las manos detrás de mi cabeza.¿Quién era yo? Aquello era lo que me preguntaba después de haber matado a Alfred. Su muerte había sido algo necesario: su manada no podía caer en manos de las brujas, pero ni en mis sueños más locos hubiera pensado que yo era... que yo era... un Bendito. ¿Cómo era posible que fuese también el Alfa de la teóricamente extinta SunLight?Aunque habíamos ganado, las bajas habían sido demasiadas. Nadie tenía ganas de festejar, así que aquellos escasos compañeros que no habían perdido a nadie, decidieron irse a la cama. Algunos decidieron velar por sus fallecidos, otros acudieron al hospital a hacer guardia por si a sus heridos les pasaba algo. Aún no entendía cómo los médicos lograban aguantar de pie y atender a los cientos de heridos que habían regresado: era como si no hubieran estado en el campo de batalla. Estaba claro que era vocacional. También estaba por ahí la liebre de Mar, dando años de su propia vida por salvarlos."Tú también te habrías entregado por ellas." — me dijo mi lobo."¿Lo sabías?""No. Ni siquiera sé cómo es posible.""¿Crees que... Lisa...?""¿Si era una Alfa por nuestra sangre? Es posible. Aunque creo que Alfred sabía algo.""¿Por qué lo crees?""Bueno, últimamente estaba muy raro. Se pasaba todo el día encerrado con esos papeles. Además, en la batalla... bueno, te pidió expresamente que lo matases si su vida corría peligro. Y todo el tiempo que luchó... no sé, era raro. Me dió la sensación de que estaba centrado en protegernos.""Eso es porque yo era mas hábil con las armas. O eso creo.""Ese es el tema... que yo no lo creo. A Mar le dijo que encontraría una solución al problema del pago.""Sí, pero no encontró nada...""O eso dijo. Unas horas antes de la batalla, le vi hablando con María. ¿De verdad crees que fue casualidad que su muerte, por algún motivo completamente desconocido, nos hiciese Alfas y fuese el pago de Jake? Es demasiada coincidencia.""Visto así..." — dije con un suspiro — "De todas formas, pronto lo sabremos. Mar tampoco entiende lo que ha pasado y quiere dar un vistazo a los papeles de Alfred. Iré con ella.""Sí, me parece bien. Porque estoy convencido de que Alfred sabía mucho mas de lo que creíamos."Pasaron varios minutos en los que estuvimos en silencio."Tenemos que encontrar lo que queda de SunLight.""Lo sé.""¿Cuándo vamos a ir?""No lo sé. Algunos están de camino y otros... bueno, no se porqué pero no les parece bien que sea su Alfa.""Quizás María pueda ayudarnos con esa parte. Ella perteneció a SunLight, es posible que sepa algo.""Creo que ahora no importa si perteneció a SunLight o pertenece a Brisa Plateada. Ambas manadas están bajo nuestro mandato.""Lo decía por las leyendas etc.""Lo sé. Me pregunto qué hara ella...""No lo sé."No supe el tiempo que había pasado, cuando unos golpes en la puerta me sacaron de mi ensimismamiento.— ¡PAPIII! — escuché gritar muy emocionada a una niña pelirroja de ojos azules a mi lado.— ¿Li-i-isa? ¿Qué está... pasando? — pregunté totalmente sorprendido al ver a mi difunta enérgica hija a mi lado, con una sonrisa radiante. — ¡MAMI, MAMI! ¡PAPI YA PUEDE VERNOS! — chilló la niña emocionada mientras se giraba y corría en dirección contraria a nosotros. Alcé la mirada y me sorprendí aún más.— Hola Esteban. Cuánto tiempo. Me alegra ver que has rehecho tu vida. — me saludó Evelyn con una dulce sonrisa con Lisa a su lado.Iba a responder cuando escuché otra voz.— Hola cuñado. Muchas gracias por ponerle mi nombre a tu hijo. — me saludó Mike.Miré a mi alrededor y vi a tres personas más: allí se encontraban Alfred, el hermano de Emily y un señor que no conocía vestido de herrero. Por las lágrimas de mi Luna, deduje que se trataba de su padre adoptivo.— Lo mismo digo, Esteban. — dijo Alfred acercándose a mi — Siento mucho que no pudiésemos tomar esa copa pero era la única solución. Te
Cuatro años después.— ¡Emy! ¡Ya vale! — dije riéndome mientras miraba esos ojos verdes que me quitaban el aliento.— ¡NO! ¡Debes pagar por este desastre! — me respondió la pelirroja con los mofletes ligeramente hinchados en un gesto que me parecía adorable.— No sé de qué me hablas. — dije mientras esquivaba su nuevo ataque mientras me hacía el tonto.— ¿¡Qué no lo sabes!? ¡MI TALLER! ¡Lo has destrozado! — gruñó mientras se abalanzaba de nuevo sobre mi. Me reí.— ¡OH! ¿Eso? Sólo lo he decorado un poco. — dije esquivándola de nuevo.— ¿¡UN POCO!? ¡Parece una discoteca navideña! ¡ASÍ NO SE PUEDE TRABAJAR! Volví a reírme mientras ella volvía a abalanzarse sobre mi, pero ésta vez esquivé parcialmente su ataque: con uno de los brazos la agarré de la cintura justo cuando pasaba a mi lado. El impulso que llevaba nos hizo girar como peonzas sobre nosotros mismos mientras mantenía mi agarre firme sobre ella. Cuando paramos de girar, su cuerpo estaba pegado al mío y su torso ligeramente incli
— ¡ALTO! — gritó Mike mientras cerraba la puerta para evitar que la desconocida huyese. Encendió la luz y la desconocida miró con molestia a mi cuñado. El corazón se me paró un momento al reconocer aquellos ojos. — ¿Evelyn? ¿Qué estás haciendo? — preguntó Mike con sorpresa mientras apagaba la linterna. — Creía que nadie me había visto. — se quejó mi pareja destinada — Necesito modificar ésta partida de nacimiento, es demasiado importante. — Evelyn, eso es falsedad documental y está prohibido. Te meterán en la cárcel si lo haces. — Que me encarcelen es lo más liviano que podrá pasarme por hacerlo. Mike abrió aún más los ojos. — ¿Qué... qué estás tramando, Eve? — ¿Recuerdas que durante el embarazo noté algo extraño? — Sí, pero dijiste que sería algo psicológico. — Sí y pensé eso... hasta que noté un aura extraña en Lisa. — Sí, lo comentaste. Pensé que exagerabas pero es cierto que la niña ha empezado a desarrollar un aura atípica. Aún no sabemos que será pero está claro que e
Me encontré en los archivos de Brisa Plateada."Por una vez, he acertado a dónde íbamos a ir." — le dije a Roy."Es el único sitio que podía ser." — me respondió Roy.Observamos la habitación cuando la puerta se abrió y entró mi suegra."¿¡Lourdes!?" — exclamé sorprendido."No creo que sea ella. Mírala, es demasiado joven y está embarazada.""Tienes razón, Roy. Entonces... creo que estamos viendo la creación del documento." — le respondí después de observar a mi difunta suegra un rato.Lourdes se movió por la habitación y la seguimos. Después de coger un archivador, se sentó en el escritorio con un suspiro.— Voy a tener que coger unos días... cada vez es mas difícil. — dijo con un suspiro de resignación. Acababa de abrir el archivo cuando una mujer entró por la puerta.— Disculpe, pero acaban de comunicar un nuevo nacimiento. Vengo a traer la información.— Por supuesto, Tifany. Adelante.— Se trata del otro Beta, su mujer acaba de dar a luz.— Entiendo. ¿Y cómo se llama el bebé?— E
Los días pasaron con calma y tranquilidad. El único acontecimiento importante fue la incineración de la antigua familia de SunLight. Apenas hubo asistencia, la gran mayoría de los lobos de SunLight no se presentaron para mostrar su respeto a quienes les habían dirigido: después de todo lo que había visto de ellos, entendía que no quisieran saber nada. Para mi sorpresa y diversión, David apareció en el acto con una mueca de disgusto. Cuando le pregunté por eso, su respuesta fue "Un Beta debe asistir a los actos importantes de una manada, sin importar cómo se sienta al respecto. Una de sus obligaciones es apoyar al Alfa en sus decisiones y actos públicos. Solo cumplo con mi deber, por mucho que los odie". Se había tomado muy en serio su posición.— ¿Cómo te trata la manada, ahora que saben lo que hiciste? — le pregunté un rato más tarde en mi habitación.— Me toleran y me conformo con eso. No confían en mi, no como lo hacían antes, y me miran como si estuviese planificando tu muerte. Es
Me encontré en una cocina amplia pero con pocos utensilios y varias goteras. Me acerqué y observé que estaban en bastante mal estado: algunos incluso tenían óxido, estaba claro que quienes vivían aquí no tenían mucho dinero."Mira, allí hay alguien." — me dijo Roy señalando unas figuras. Me acerqué a ellas y me quedé paralizado en el lugar: frente a mi, me encontré a Emily con catorce años. Tenía los ojos abiertos de par en par con una expresión horrorizada mientras sus manos cubrían su boca. Toda ella estaba llena de salpicaduras de sangre. Miré de frente y vi a un muchacho de siete años, pelo negro y ojos verdes, sujetándose el cuello mientras respiraba con dificultad. En el suelo, se encontraba rodeado de un charco de sangre el padre de los dos niños. De su pecho sobresalía el mango de un cuchillo de cocina."Me preocupa cómo le afecte recordar ésto..." — le dije a Roy — "No esperaba venir a este momento.""Es un momento importante para lo que quiere." — respondió Roy.Escuchamos va
Último capítulo