—Me llamo Casandra. Pero mi hermana y mis padres usaban Casie y me gusta que me llamen así. Lamento mucho no haber sido sincera... Pero…
—No me conocías. Y cambiaste tu nombre porque querías protegerte. Me había acostumbrado a Kelly, pero Casandra me resulta muy sexy—sonrió— Casie puede ser nuestro secreto.
—Gracias—el alivio de ella se transparentó en el rostro.
Él tomó su mano sobre la mesa y la apretó en un gesto de apoyo.
—No tienes nada que agradecerme.
—Me ayudas a impulsarme con esa campaña de marketing, que sé va a ser maravillosa. Me escuchas, me halagas. Me siento segura contigo.
—Todo eso lo hago porque me gusta potenciar un negocio naciente. Pero también porque te deseo. Y cuando así lo decidas, te voy a dar sexo como si no hubiera mañana, Casie. Son cosas independientes, por cierto. Te apoyo en tu empresa porque vales la pena, tu negocio es bueno. Lo otro tiene que ver con lo que me provocas. Tengo la convicción de que vas a ser un estacaen mi vida y aspiro a ser el que l