En medio de la enfermedad de su padre y el desespero de no tener cómo cubrir los gastos médicos. Michelle White decide aceptar una propuesta del presidente multinacional de la reconocida marca de chocolates: “Choco Lombardi.” Esa propuesta es que ella debe casarse con el único hijo varón de éste último: Adam Lombardi, un joven con un tumor cardíaco en metástasis y cuya enfermedad le quitada la vida en los próximos días o meses. Además debe quedar embarazada de él, para que así Gaspar Lombardi pueda tener un futuro heredero. Por su parte, Gaspar Lombardi se encargada de cubrir los gastos médicos de su padre. Su llegada a la mansión Lombardi no es de color de rosas ya que se da cuenta que detrás del prestigio que demuestra la familia ante la sociedad, se esconde una familia obsesionada con el poder y el dinero y que le harán la vida imposible con tal de sacarla del camino. Pero no solo eso, sino que se encuentra con Álvaro Rivera Lombardi, el primo de Adam y con quien hace unas semanas tuvo una noche apasionada e inolvidable y en cuya noche apasionada quedaron dos cosas: Un sentimiento intenso y una semilla. Ella descubre que está embarazada de Álvaro.
Leer más—¿Cómo que mi papá está gravemente enfermó?— La voz de Michelle se había quebrado tras escuchar la reciente noticia por medio de una llamada telefónica.
Con el rostro lleno de lágrimas, había finalizado la llamada telefónica antes de escuchar algún detalle más con respecto al estado de salud de su padre. Ahora su prioridad era llegar lo más rápido posible al hospital y ver qué podía hacer por él.Ella estaba cumpliendo con su horario laborar en el restaurant de su mejor amiga. Ella no estaba presente en ese momento y Michelle no podía esperar, así que decidió que le enviaría un mensaje en el camino para explicarle la situación.Al salir abordo el primer taxi que vió transitando por las calles. El conductor fue atento y amable y durante todo el camino le daba palabras de ánimo y esperanza de que su padre se recuperada de esa enfermedad.Al bajarse del taxi, pago y agradeció al conductor por sus hermosas palabras. Pero dentro de su ser corría el desespero de saber cuál seria el destino de su padre. Por lo tanto y tomando una bocanada de aire, se dirigió hasta la entrada del hospital y entro.—¿En qué le puedo ayudar?— Una enfermera de apariencia amargada y con una carpeta amarilla se le acercó.—Vine a ver a mi padre.— Dijo Michelle con voz quebrada.—Lamento informarle que a estas horas de la noche las visitas están prohibidas.— Dijo la enfermera con voz seria.—Enfermera...— Michelle habló y la miró, —Necesito que me deje ver a mi padre.—La respuesta es no, ¿Es qué no has entendido o qué?Michelle estaba desesperada. Su padre estaba gravemente enfermo en ese hospital y ahora no quería que lo vieran. Tenía que hacer algo rápido antes de que la sacarán del hospital.—Yo estaba trabajando en el restaurant y hace poco recibí una llamada directa de éste hospital y me informaron que mi padre estaba enfermo y por eso vine.—¿Tienes alguna forma de comprobar esa llamada?— La enfermera comenzó a ojerar la carpeta amarilla, —Y aunque me muestres una llamada, primero tendría que comprobar si esa llamada no es falsa.—¿Estás admitiendo que está llamada que recibí es falsa?— Michelle ya no estaba desesperada. Ahora estaba enojada.—Me temo que sí y la ubica forma de verificar es que mandé a revisar los registros de las llamadas y eso se toma un par de días.— Dijo la enfermera, —Ahora si ya no tienes nada más que decir. Te puedes retirar.—Pero es que yo tengo que ver a mi padre. Tengo derecho.—Y si no pagas la estadía de tu padre. Tendré que sacarlo de aquí del hospital.— Amenazó a la enfermera a modo de burla.—¡De aquí no me voy!— Exclamó Michelle con una voz llena de carácter.—Si no sale de aquí me temo que tendré que llamar a seguridad.— Dijo la enfermera entre dientes.—¡Y yo con gusto presentaré una demanda en la comisaría! Cosa que no le conviene a éste hospital, ¿O sí?—No quiero escucharte más. Retirate.La enfermera la tomo con brusquedad por el brazo y ella luchaba por liberarse y evitar ser llevada hasta la salida.—Enfermera, suéltala.Gaspar tenía varios minutos a una distancia prudente y había estado observando la situación. Pero había notado algo en la personalidad de Michelle que le habían llamada la atención, no era su sensibilidad, sino su carácter y ese carácter era el correcto para lo que estaba buscando desde hace poco.Michelle sintió como su brazo era liberado y aunque sentía un leve dolor al mismo tiempo sentía una amplia gratitud de que ese hombre haya llegado para ayudarla.—Solamente estaba cumpliendo con mi trabajo, señor.—Eso es un abuso para un familiar que sólo ha venido a recibir noticias sobre un familiar.— Aclaro el hombre con seriedad, —Ahora retirate del hospital y no regreses. Yo mismo me encargaré de contarle la situación a tu jefa y estoy seguro que te despedirá.La enfermera no dijo nada y antes de salir, miro de una manera fría y tensa a Michelle.—Muchas gracias, señor.Michelle examinó al hombre delante de ella. Tenía unos sesenta y tantos años. Alto, blanco, cabellera de color grisáceo y ojos color negro. Además de su elegante vestimenta y su buena presencia.—Es un placer.—¿Usted es Gaspar Lombardi, presidente multinacional de Choco Lombardi?— Preguntó ella. Lo había reconocido. Pero quería estar segura al cien porciento.—Así es soy Gaspar Lombardi y soy el presidente multinacional de Choco Lombardi.— Dijo él señor extendiendo su mano hacia ella.—Michelle White.— Con una cálida sonrisa, le dió el apretón de manos, —¿Qué lo trae por estos lugares y sobre todo un lugar como éste?—Vine para buscar unos resultados que se hizo lo hijo hace unos pocos días.— Dijo Gaspar, soltando su mano de la de ella.—Yo he venido para ver a mi padre. Él desde hace un tiempo sufre de diabetes tipo 02 y aunque parecía estar en perfectas condiciones, acaba de tener una recaída.— Dijo ella con voz apagada.—Tengo la seguridad de que tu padre logrará vencer esa enfermera.—Me alegra mucho de que su hijo no tenga una enfermedad tan grave o crónica como la que tiene mi padre.— Dijo ella.Pero en ese instante el semblante alegre de Gaspar fue sustuido por una de pesar y su sonrisa se esfumó y sólo quedó un pesado suspiro.—¿O es que si está sucediendo algo grave con su hijo?— Preguntó ella.—En pocas palabras. Adam, mi hijo se está muriendo.— Contestó él con voz llena de tristeza.—Lo siento mucho.— Dijo ella, colocando su mano sobre el hombro de él a modo de apoyo. Ella tenía curiosidad de saber cuál era la enfermedad que tenía su hijo Adam. Pero sabía que no era correcto hacerlo en ese momento.—Adam tiene un tumor cardíaco y tristemente se le detecto demasiado tarde y ahora... Solamente queda esperar que en algún momento muera.— Dijo él. Michelle se sintió agradecida de que alguien tan importante como Gaspar confiará en ella.—Me gustaría poder ayudarlo en lo que sea. Pero como usted escucho, necesito pagar la estadía de mi padre en este hospital y apenas ganó para sobrevivir.— Dijo ella.Gaspar no dijo nada y recordó que había visto algo en la personalidad de Michelle que le había llamado la atención y en ese momento supo que era el momento de hacerle la propuesta.—¿Eres casada, Michelle?—No.— Michelle meneo la cabeza de un lado a otro.—Te quiero hacer una propuesta.— Dijo él y antes de que ella dijera algo, continúo: —Quiero que te cases con mi hijo Adam.La mirada de Michelle se amplió a modo de sorpresa.—¿Usted quiere que yo me case con su hijo Adam?— Preguntó ella, —Pero es que él está en la última etapa de su vida.—Y no solo quiero que te cases. También quiero que tengas un hijo de él.Michelle estaba sorprendida. No tenía casi nada que decir al respecto y su mirada estaba en un punto fijo.—Es que yo no sé si...—Michelle, si no fuera por la situación que estoy atravesando no te estaría haciendo está propuesta.— Dijo él.—¿Es por la enfermedad de Adam?—Es algo que va mucho más allá que la enfermedad de Adam.— Contestó él, —Mi familia está con la obsesión de poseer las propiedades de Choco Lombardi y tengo que hacer algo para asegurar el futuro de la misma.—Por eso quiere que me case con Adam y que tenga un hijo de él, ¿No?—Sí. Adam en cualquier momento puede morir y yo ya estoy viejo para estás cosas y en algún momento me puede dar un infarto.— Dijo él, —Necesito que tengas ese hijo con Adam y que asegures un futuro heredero a las propiedades y presidencia de Choco Lombardi.Michelle suspiro y cerró sus ojos por unos segundos.—¿Y qué es lo que me gano yo a cambio?—Te ayudaré a pagar los gastos médicos de tu padre, ¿Qué dices? ¿Aceptas mi propuesta, Michelle?El club quedaba a unas largas cuadras de la mansión Lombardi. Desde afuera se podían ver luces blanqueadas que parpadeaban de manera repetitiva y se movían de un lado a otro. El césped del jardín estaba en buenas condiciones y había un camino de losas rojas que estaba en forma de Zig Zag hasta llegar a la enorme puerta de color gris. —¿Crees que Martina está nerviosa?— Michelle hizo esa pregunta justo en el momento en que puso un pie sobre una losa de color rojo. —Es normal sentirse nerviosos en momentos así.— Contestó Adam. Tenía la niña en brazos que estaba dormida de manera profunda y estaba acurrucada a su manta de color celeste, —¿Entramos? Creo que la niña tiene frío. —¿Me pueden dar a la niña por unos minutos?— Álvaro se acercó hasta ellos con una sonrisa. Scarlett estaba al lado de él, —Es que me gustaría pasar unos minutos con ella. —Claro.— Contestó Michelle. Adam le entregó la niña a Álvaro con mucho cuidado y delicadeza. Unos segundos después todos estaban entrando a e
—¿Cómo está mi esposa?— Adam se detuvo delante del doctor que llevaba una carpeta y una expresión de cansancio, —¿La bebé como está? —Michelle todavía no da a luz. La doctora Mace se está encargando de todo el proceso de parto. —¿En cuánto tiempo crees que nazca? El doctor se quedó pensativo por unos segundos y después de manera sonriente y a pesar de verse cansado, contestó: —En un par de horas su hija estará en sus brazos. Adam dió las gracias. No quería aclarar que esa no era su bebé, sino de su primo. Pero lo menos que quería era generar polémica en ese lugar. Se sentó en una de las bancas grises metalizadas, esperando. Saco su celular y marco el número de Álvaro y espero que este último contestara. —Adam... ¿Qué sucede? —Álvaro... Ya estás a punto de ser padre.— Adam contestó con calma, —Michelle está casi que da a luz. —¿Enserio? ¡No puede ser y yo acá en Norteamérica! ¿Puedes pedir permiso para estar en el lugar y me muestres el momento por medio de vídeo llamada? — Dé
—¿Qué? ¡Esto es una injusticia lo que está haciendo!Ezequiel se estaba volviendo loco y agresivo. No obstante, los guardias de seguridad del lugar lograron neutralizarlo.—Vas a pasar el resto de tu vida en la cárcel. No te duele la condena, sino el saber que todo lo tuyo será mío.— Martina se puso de pie y movió la cabeza de un lado a otro, —Eso es una recompensa para mí. Todo es mío, hasta nunca.Ezequiel fue sacado de la auditoría esposados y a empujones. Ahora su siguiente hogar seria una cárcel de máxima seguridad en la que iba a pasar por el resto de su vida.—¿Cómo te sientes?— Erick le preguntó a Martina fuera del ministerio. —¡Me siento libre! Créeme que entiendo a las mujeres que sufren maltrato físico.Ambos se sentaron en un mini café. Lleno de flores en cada mesa y en todas las áreas del lugar.—¿Por qué?— Él estaba confundido. Pero mucho más interesado.—Miedo. Antes pensaba que el maltrato era algo de lo que me podía liberar. Pero no... Ser víctima de eso te causa com
—¿Crees que Ezequiel hable y revele la ubicación de Daphne Denver?Michelle no estaba sorprendida por la pregunta que le había hecho su hermana. Le sorprendía era el hecho de que Scarlett no había hecho mención de Ezequiel como su padre.—Todo depende. Pero tengo el presentimiento de que ya esa mujer va a escapar del país.—¿Por qué lo dices?— Scarlett la observó.—Son cosas mías la verdad. Pero si deseo que la capturen de una vez por todas.— Contestó Michelle.—Tenemos que dar gracias a Dios por esa llamada que recibió la policía.— Álvaro se paró en la enorme puerta de la mansión, —Mañana íbamos a salir en todas las páginas de los periódicos.—¿Crees que sea bueno colocar seguridad?— Adam observó a su padre. Gaspar estaba pensativo, —Hasta que estemos seguros de que estamos fuera de peligro.—Me parece ver dejar un par de hombres afuera.— Gaspar observó las patrullas alejarse con Ezequiel Leggett detenido, —Me da tristeza ver en lo que terminó. Pero Ezequiel se lo merece.—¿Qué va a
—¿Puedo seguir leyendo?— Gaspar preguntó entre risas.Michelle y Adam dejaron de besarse y volvieron a poner su atención en la lectura.—Michelle estará manejando un veinte porciento de las acciones. Recuerda que todo eso mientras sigas casada con Adam.— Dijo Erick, mirando a Michelle. Ella le devolvió una sonrisa, asintiendo con la cabeza a modo de aprobación.—Continúo.— Gaspar tomó el documento, —Otro veinte porciento será manejado por mi sobrino Álvaro Rivera y su actual esposa Scarlett Leggett. Igualmente sus derechos estarán disponibles siempre y cuando permanezcan casados, ¿Les quedó claro?—Todo sea para darle un nuevo crecimiento a nuestro negocio familiar.— Aitana dijo con una sonrisa.—¿Y qué va a ocurrir con el otro diez porciento, papá?— Está vez la pregunta la hizo Irene. Bruno estaba a su lado, mirando y escuchando en silencio toda la lectura, —No me digas que...—Ese otro diez porciento estaban destinados para Ángela. Sin embargó, después de lo que pasó... Tuve que tom
Erick Jones comenzó a caminar con pasos lentos. Su mente estaba lleno de miles de escenarios negativos de lo que podía pasar dentro del lugar.—No tengas miedo que todo va a estar bien.— Le dijo Scarlett.Erick entró a la sala. Todos estaban alrededor de unas hermosas mesas que tenía decoraciones prestigiosas. Todos al verlo lo miraban extrañados a diferencia de Michelle que estaba sorprendida.—Han pasado muchos años.— Erick trago saliva, —Gaspar Lombardi.Gaspar Lombardi se levantó de su puesto. Estaba sorprendido y producto de eso estaba boquiabierto. No se tomó ni un minuto en rodear la mesa y pararse justo.—Erick Jones.—Ese mismo. El mismo al que le robaste el derecho de darle una mejor calidad de vida para mi familia.— Erick se cruzó de brazos por encima de su pecho.—¿Quieres que hablemos en mi oficina? Tengo muchas cosas que hablar contigo.—Yo no creo que sea buena idea que...Erick miró a Michelle para que se mantuviera callada y así fue efectivamente.—Tengo cosas que hab
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