POV de Clara
No recuerdo cómo volví a despertar.
Solo sé que mi cuerpo pesa como si me hubieran arrancado del fondo de la tierra.
El aire en esta habitación es escaso, mezclado con incienso y sangre seca.
Tal vez Lyra acaba de terminar el ritual de cierre.
Miro a un lado.
Hugo está sentado en una silla, la cabeza gacha, los ojos entreabiertos, el rostro exhausto.
Aún sostiene mi muñeca con fuerza, como si soltarla significara perderme.
Por un instante quise apartarlo… pero no pude.
Lo observé más tiempo del necesario.
Este hombre ha destruido el mundo más de una vez,
y aun así, no entiendo por qué sigo queriendo que esté a mi lado cuando el siguiente nazca.
—Hugo —susurro.
Despierta al instante, con el reflejo salvaje de un lobo que oye a su presa moverse.
—¿Estás consciente?
Asiento. —Sigo siendo Clara, tranquilo.
Exhala con alivio. —Pensé que te había perdido otra vez.
Sonrío de lado. —Nunca me tuviste del todo.
Va a enojarse, pero suelta una risa breve, amarga.
—Has cambiado.
Miro