POV de Clara

—Clara, ¿estás segura de que quieres volver mañana?

Giré rápidamente. Juan estaba sentado a mi lado en el asiento del coche. Tenía un leve moretón en la comisura del ojo izquierdo, pero aquella sonrisa —esa sonrisa que siempre intentaba convencer al mundo de que todo estaba bien— seguía ahí.

—¿Por qué no habría de hacerlo? —respondí, observando la calle mojada por la lluvia de anoche—. No puedo huir del trabajo solo porque… bueno, porque anoche fue un desastre.

—¿Un desastre? —rio suavemente—. Casi te desmayas, y tu jefe casi explota en algo que ni siquiera quiero nombrar.

Lo miré de reojo. —Tú sabes algo, ¿verdad?

Sobre Hugo. Sobre… todo.

Guardó silencio unos segundos antes de decir, con voz baja:

—¿Estás segura de que quieres saber la respuesta?

Fijé la mirada al frente. —Odio cuando la gente dice eso.

—¿Por qué?

—Porque, normalmente, después de esa frase, mi vida cambia.

Rió con suavidad. —Hablas como si eso fuera algo malo.

Suspiré. —No tienes idea de cuántas veces ha